Galicia sondea la eólica marina flotante frente a la fija

Los parques offshore flotantes ofrecen la ventaja de que permiten la explotación de los recursos eólicos en aguas más profundas, donde las estructuras tradicionales fijas a la plataforma continental no son posibles. Así que, desde 2022 está en construcción Eolmed, que instala tres aerogeneradores en el Sur de Francia (departamento de Aude), liderado por la empresa Qair. Se prevé que entre en servicio a finales de 2025 para una explotación de un mínimo de 20 años.

El director xeral de Planificación Enerxética, Pablo Fernández Vila, visitó ayer el proyecto, junto con representantes de Asime y miembros del Observatorio de la Eólica Mariña, y destacó que la Xunta aspira a ser un referente en la generación y en la logística industrial de la eólica marina. Incidió en la importancia de apostar por las plataformas experimentales o por proyectos precomerciales, ya que debido a la profundidad de las aguas españolas, la eólica marina en la Península Ibérica será flotante, algo sobre lo que hay menos información en comparación con la eólica marina fija, y de ahí “que resulte fundamental testar zonas experimentales”, señaló.

Recordó que, precisamente Galicia va a desarrollar la plataforma experimental de Punta Langosteira, que permitirá ahondar en el conocimiento de la compatibilidad entre el medio marino y las actividades que ya están implantadas a través del testeo en zonas experimentales.

Entre las cifras claves del proyecto francés, que destaca la empresa que lo lidera, están sus 3.500 toneladas de cada uno de los tres aerogeneradores flotantes, con dimensiones equivalentes al Arco de Triunfo parisino (49 metros); los 110 millones de kilovatios/hora de producción anual, capaces de surtir a una ciudad de 50.000 habitantes; así como los 18 kilómetros de distancia desde la costa, por lo que los aerogeneradores no serán visibles la mayor parte del tiempo desde el litoral.

Además de ser el mayor parque de Francia de estas características, cuenta con otra innovación en el campo económico, y es que la ciudadanía ha podido participar en la inversión, junto con los canales tradicionales de financiación.

El flotador es una barcaza de acero semisumergible de forma cuadrada. La conexión submarina discurrirá desde el parque eólico hasta la playa de Port-La-Nouvelle y habrá una cámara de unión entre la conexión submarina y la subterránea en uno de los aparcamientos asfaltados de la playa y luego hasta la estación de conexión eléctrica de Port-La-Nouvelle.