El Foro de Davos no aclaró si EEUU es un país proteccionista
Economía
Pendientes de Trump, se habló sobre todo de aranceles, trabas a la importación y barreras comerciales
nnn El Foro Económico Mundial concluyó ayer en Davos tras una intensa semana de ponencias, debates y discursos, que no han aclarado si Estados Unidos ha regresado al proteccionismo de los años 30 del siglo pasado o, como aseguran sus dirigentes, está abierto al libre comercio. Desde el primer día, prácticamente todos los paneles y discusiones que se han celebrado esta semana se han centrado en torno al giro que el presidente estadounidense, Donald Trump, quiere dar a la política comercial del país.
Excepto plagas bíblicas, los asistentes al Foro de Davos han empleado todos los argumentos posibles para ilustrar las consecuencias del proteccionismo de Trump: guerras comerciales que pueden desembocar en conflictos armados, aislacionismo, alzas incontroladas de precios, inflación disparada, deflación, recesión y hasta terrorismo.
Y aunque el lema de esta edición del Foro de Davos era "Un futuro compartido en un mundo fracturado", de lo que más se ha hablado es de aranceles, trabas a la importación y barreras comerciales.
La delegación estadounidense, la mayor que ha enviado nunca al Foro de Davos, compuesta por diez miembros del gabinete de Trump, recogió el guante y desde varios días antes de que llegara el mandatario se afanó en convencer al auditorio de que Estados Unidos está abierto al mundo. Hasta el punto de que los secretarios del Tesoro, Steven Mnuchin, y de Comercio, Wilbur Ross, ofrecieron de forma conjunta dos ruedas de prensa en las que defendieron los dos días exactamente los mismos argumentos.
"américa primero"
Estados Unidos es el país "menos proteccionista del mundo", reiteraron ambos en días distintos, y la agenda de Trump, con su lema "America First" (América primero) no implica que el país se vaya a cerrar al mundo sino todo lo contrario. Ya en Davos, Trump aclaró que "América primero no significa América sola", pero dejando bien claro que su colaboración se hará "bajo sus propias reglas".
De momento, los hechos desmienten sus palabras, y pocos días antes de aterrizar en Suiza aprobó imponer aranceles sobre las importaciones de placas y celdas solares, así como a las lavadoras residenciales, en gran parte procedentes de Asia, y descartó que vaya a haber "una guerra comercial" en represalia. Ya en Davos, señaló que "no podemos tener un comercio libre y abierto si algunos países explotan el sistema a costa de los demás"; Estados Unidos apoya el libre comercio, pero éste tiene que ser "justo y recíproco". Como reiteraron en varias ocasiones varios miembros de su gabinete, entre ellos los del Tesoro y Comercio, Trump se inclina más por acuerdos bilaterales.
Trump trató de dejar claro que su administración está comprometida con hacer cumplir las reglas del comercio y los acuerdos comerciales, pero no tolerará ningún tipo de abusos, como el robo de la propiedad intelectual o el "dumping", venta por debajo del precio del mercado.
El mismo Trump que presumió de haber llevado a cabo un cambio regulatorio "nunca visto", exigió minutos después el cumplimiento riguroso de las normas, única manera de preservar la integridad del sistema comercial internacional.n
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último