La flota de Vigo defenderá el arrastre ante ataques y vedas

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Pesca España y organizaciones de productores vinculadas a ARVI impulsan una campaña para reivindicar el papel de este arte, en el centro de las críticas de las ONG

Un barco arrastrero, amarrado en los muelles de Beiramar.
Un barco arrastrero, amarrado en los muelles de Beiramar.

La flota de arrastre de Vigo, en colaboración con la asociación de productores Pesca España, busca reivindicar la importancia de este tipo de pesca para el suministro alimentario de pescado, al tratarse del arte que centra la mayor parte de críticas de las organizaciones medioambientales y las restricciones de la Unión Europea. En el puerto de Vigo descargan sus capturas un centenar de barcos arrastreros.

Para ello, están impulsando una campaña de promoción tanto para medios como redes sociales. Según explica Antonio Nieto, gerente de Pesca España, la iniciativa está siendo organizada conjuntamente por las organizaciones de productores de buques congeladores OPPC3, la OPPF4 de pesca fresca, ambas vinculadas a la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI). El objetivo es destacar los productos que la pesca de arrastre pone a disposición de la población y su relevancia en la soberanía alimentaria.

La campaña, prevista para lanzarse este mes, incluirá tres spots audiovisuales con el propósito de sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de los productos obtenidos por esta práctica pesquera. Según Nieto, “existe un desconocimiento generalizado sobre el arrastre y sus procedimientos”. El sector busca “derribar mitos”, destacando que “se trabaja en fondos de lodo y barro, fuera de áreas protegidas, y no en zonas con vegetación marina o ecosistemas vulnerables”.

La pesca de arrastre ha sido objeto de numerosas críticas por parte de organizaciones no gubernamentales (ONG) y ha enfrentado restricciones impuestas por la Unión Europea. En 2022, la UE cerró 87 zonas de pesca de fondo en aguas del Atlántico. Además, se plantean nuevas limitaciones, como el Plan de Acción propuesto por el excomisario europeo Virginijus Sinkevicius, que aboga por vetar el arrastre en el 30% de las aguas comunitarias para 2030.

Por su parte, las ONG medioambientalistas mantienen posiciones críticas hacia este tipo de pesca. Oceana señala que la pesca de arrastre tiene un impacto significativo en hábitats sensibles como los arrecifes de coral y los lechos de esponjas. Por otro lado, Greenpeace califica este método como el más perjudicial para los fondos marinos y subraya su carácter no selectivo, ya que captura “todo lo que encuentra a su paso”.

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