La flota pescó más de 8.500 toneladas en Malvinas y mantiene la campaña

La flota de 16 arrastreros de empresas de capital vigués que faena en aguas de Malvinas superó ya las 8.500 toneladas de capturas de calamar loligo en la actual campaña, según confirmaron fuentes del sector tras la última reunión mantenida con las autoridades del gobierno británico que gestiona las islas.

En el encuentro se trasladaron los datos más recientes sobre la biomasa disponible, que se sitúa en torno a las 17.000 toneladas, todavía con margen por encima del límite de 10.000 que se fijó para asegurar la sostenibilidad del caladero. Con esta referencia, las embarcaciones continúan trabajando . “Seguimos pescando con una cierta regularidad y normalidad, en torno a 20 toneladas de media diarias”, indicaron fuentes del sector.

La primera campaña del año se saldó con unas 38.000 toneladas de capturas, y de no haber variaciones en el nivel de biomasa por migraciones de calamar en las próximas semanas, la flota aspiraría a cerrar esta segunda campaña con unas 15.000 toneladas. El global del año podría superar así las 53.000 toneladas, muy lejos de ser un buen año, ya que supondría la mitad de lo capturado en los mejores ejercicios, pero supondría una mejora respecto al 2024. Según las estadísticas del gobierno de Malvinas, en 2022 se capturaron 101.000 toneladas, en 2023 cayeron a 69.000 y el año pasado se desplomaron a 49.000 toneladas.

La campaña había comenzado con dudas por la evolución del recurso e incluso la amenaza de cierre, aunque en las últimas semanas se observó una estabilización en las capturas. “Empezó con bastante incertidumbre y a día de hoy vemos que se está produciendo una estabilización en las capturas, pero al final serán los científicos los que decidan qué se puede hacer, nosotros lo que estamos es intentando con nuestras tripulaciones tan profesionales sacar la máxima producción posible mientras se mantengan estos parámetros de biomasa”, señan los armadores.

Por el momento, el sector celebra mantener la actividad tras 24 días de trabajo este mes de agosto (dos no pudieron faenar por mal tiempo). “De momento no hay señales de corte a nivel oficial, nos dicen que sigamos pescando, parece que hay en este momento una cierta normalidad en cuanto al volumen de producción y los tamaños del calamar”, afirman. “No es la situación óptima, pero lo importante es que estamos pescando, a diferencia del año pasado, llevamos unas 8.500 toneladas y teniendo en cuenta que los tamaños son mejores que en otras campañas, vemos una cierta estabilidad”, subrayaron.