Facturar 1.800 millones, el nuevo reto de Hijos de Rivera
Ignacio Rivera confía en la planta de Morás “para seguir duplicando facturación cada cinco años”
Cuando la cuarta generación de Hijos de Rivera, a la que pertenece el actual presidente ejecutivo de la corporación, Ignacio Rivera, se hizo cargo de la fábrica de cerveza Estrella Galicia fundada en A Coruña en 1906 la facturación era de 30 millones de euros y el reto era llegar al sur. “Y el sur era el sur de Galicia”. Ahora Hijos de Rivera llega a 75 países, el año pasado activó en el Reino Unido su décima filial internacional, adquirió otras marcas, como las cervecera artesana valenciana Tyris y dos empresas de distribución en Formentera, y creció un 6,9% frente a la contracción del sector en 2024, alcanzando los 886 millones de facturación y ventas de 544 litros de cerveza y 237 millones de litros de agua.
El cierre del ciclo estratégico 2022-2024 concluye con un 45,2% de incremento en la facturación e inversiones cercanas a los 500 millones de euros (168 el pasado año), generando más de 500 puestos de trabajo directos adicionales en tres años. En 2024 la corporación llegó a los 2.044 trabajadores, un 13% más respecto al anterior ejercicio, con contrato indefinido más del 90%. “Es filosofía de la casa, como adherirse al movimiento B Corp para ratificar nuestro compromiso con el impacto positivo”, insistió Ignacio Rivera en el Museo Estrella Galicia, MEGA; en A Coruña durante la convocatoria anual para presentar los resultados ante los medios.
“Somos pequeños, el cuarto operador del país y una hormiga en el mundo, pero queremos ser una hormiga que brille por cómo hacemos la cerveza”. Mencionó el éxito de Lupia, la primera cerveza de cosecha, los prometedores estudios para cosechar lúpulo en interior, y la importancia de la cocción lenta, cada 30 días, que explica la inversión de casi 500 millones de euros en el polígono de Morás (Arteixo) para aumentar la producción sin apurar la fermentación. “Queremos ser grandes pero artesanos, generando impacto positivo y cocinando en A Coruña frente a los que nos aconsejaban que el ahorro logístico al año sería de 8 millones con una planta en el centro de España. Pero conseguimos llevar agua y seguimos desde aquí”. Cambiará la historia.
“Morás será una obra que supere mi mandato como presidente. Espero verla crecer pero supera lo que me queda como cuarta generación”, reconoció Ignacio Rivera. “46 hectáreas de fábrica y puede llegar a los 10 millones de hectolitros”. El presidente ejecutivo regresó a la importancia de Morás cuando le recordaron que no había alcanzado a los mil millones de cifra de negocio. “El sueño es seguir doblando la facturación como estamos haciendo cada cinco años y en el horizonte de 2030 estar en los 1.800 millones”.
Del funcionamiento de Morás dependerá la inversión en “el plan 2025-2027, con el que tenemos que entrenar para después jugar el partido de verdad”. También dependerá la marcha de la internacionalización en fase en la que la inversión podría alcanzar los 300 millones, con el sueño de comenzar a cocinar en Brasil, planta para la que ya tienen terrenos. Rivera apremió al acuerdo entre la UE y Mercosur. Las ventas de la corporación en el mercado internacional suponen un 10% y el reto es alcanzar un 30%.
Aunque la planta de Morás lleva un año operativa, el 19 de junio, “un 19 del 06”, como sucedió con el MEGA por los dígitos que componen el año de fundación, la cuarta generación de Hijos de Rivera inaugura una fábrica con la que a pleno rendimiento sueña facturar 1770 millones más que cuando llegó al mando y antes de entregar el testigo a la quinta. “Un 19 del 06 también falleció mi padre. Es una fecha especial”, recordó.
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