Examen a fondo de la madera

La delegación cuenta con unas instalaciones en Porriño que ahora se han cambiado por otras más grandes, de 600 metros cuadrados en la misma localidad. 'Contamos con más capacidad de almacenaje y supone una mejora de la logística', explica Joaquín Santamaría, gerente del grupo. Allí cuenta con una cámara de tratamiento (horno) que está situada estratégicamente en la zona demarcada por la Xunta por la plaga del nematodo de pino. 'Si se mueve un palet fuera de ese perímetro marcado ya se considera exportación, como si se enviara fuera de España, y es obligatorio un tratamiento', indica. Se trata de calor para que la mercancía quede totalmente libre de parásitos. El embalaje se introduce en un horno con cuatro sondas que se clavan en el corazón de la madera, donde se alcanzan los 57 grados y más en el resto. 'Por encima de esa temperatura ningún insecto sobrevive', señala Santamaría.

El ciclo puede durar entre 3 y 8 horas dependiendo de si es madera en bruto o sin son palets y los trabajos se realizan para todo tipo de industria, desde la alimentación, automóvil, granito, piedra, utillaje o maquinaria industrial, entre otros.

Galicia supone el 90 por ciento de su mercado y la empresa también fabrica y comercializa todo tipo de palets y embalajes a medida.

En Porriño también cuenta con una oficina comercial de la otra división del grupo, dedicada a las fumigaciones y al control intregral de plagas, y tiene otro centro en Vilagarcía de Arousa donde están ubicadas las oficinas centrales.

El grupo cuenta con una flota compuesta por 10 vehículos y 14 trabajadores en plantilla. El negocio previsto para este año supone un 35% más que en 2012.

Plagal cuenta con la certificación de calidad ISO 9001 y Medioambiental 14001 y está autorizada y registrada como operador de embalajes de madera por el Ministerio de Medio Ambiente en el registro oficial.

Plagal nació como control de plagas con más de 5.000 contenedores fumigados al año en el Puerto de Vigo, donde tiene unas instalaciones en el Punto de Inspección Transfronteriza (PIF), mientras que desde la sede de Vilagarcía trabaja con aquel puerto, el de Marín y Coruña.

La compañía está especializada en la lucha integral de todo tipo de plagas: desratización, desinsectación, fumigación, desinfección así como control de aves, legionella o tratamientos contra polilla carcoma y termitas en todo tipo de instalaciones públicas y privadas, en buques o en mercancía a granel.

Plagal comenzó a ampliar su actividad con la fumigación de contenedores de mercancías de tráfico internacional debido al incremento de las exportaciones a diferentes países del mundo.

Tiene dos divisiones, control de plasgas y de embalajes, ubicadas en Vigo, Porriño y Vilagarcía. El grupo cuenta con 14 trabajadores y una flota de 10 vehículos.