El desabastecimiento puntual ha aparecido para quedarse
El sector lácteo, del huevo, del cárnico y del gran consumo coinciden en que habrá escasez
Antes de la pandemia ver un lineal vacío de alimentos era muy raro; llegó la covid-19 y fue algo más normal; ahora, tras superarla, los consumidores observan estantes en los que escasean leche o huevos puntualmente y que hacen pensar en un adiós a la época de nadar en la abundancia. Las fuentes del sector lácteo, del huevo, del cárnico y del gran consumo coinciden en ello: no es que vaya a haber desabastecimiento pero sí escasez en momentos puntuales y es consecuencia de una reestructuración que, en el caso de la ganadería, pasa por tener menos animales en producción.
Se debe al hecho de que el ganadero sigue teniendo dificultades para repercutir todos sus costes al resto de los eslabones de la cadena en una época en la que están disparados, como sucede con los piensos, pero también hay otros motivos, como en el caso de los huevos es la eliminación progresiva del sistema intensivo de jaulas. También hay otras claves que tienen que ver con la demanda internacional.
Es probablemente uno de los alimentos en los que pueden verse lineales con menos abundancia de producto, sobre todo a determinadas horas del día, y hay causas multifactoriales, según Dagu, empresa líder en la producción de huevos en España. Apuntan a que hay menos huevo disponible en los supermercados porque hay menos producción, debido a esa subida del coste de los insumos y a la eliminación progresiva del sistema de jaulas, y porque hay más exportación a países del norte de Europa cuya cabaña está mermada por la gripe aviar.
Esto llevó a que se acabe con el “histórico” excedente de huevos que tenía España, a que la oferta-demanda nacional esté por lo tanto más ajustada y el precio del alimento haya subido entre un 32 y un 48 % desde principios de año.
En el caso de la leche y de los lácteos, hay que partir de que España produce menos de lo que consume, por lo que tiene que importar pero es que ahora la dependencia del exterior es mayor hasta el punto de que las compras subieron más de un 17 % en el último año, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Es más necesario porque la producción nacional de leche cayó un 2 % en enero-octubre, respecto al mismo período anterior, y un 4 % si se compara octubre de 2022 con octubre de 2021 porque se sacrificaron casi 26.000 vacas lecheras en un año.
El director de la mayor asociación de productores de leche (Agaprol), Francisco Fernández, confirmó que la producción “sigue bajando” aunque el ritmo de envío de vacas al matadero es ahora menor que hace unos meses. Esto llevó a que haya “algo de escasez” de leche y a que algunas industrias dejen de fabricar “referencias de lácteos muy específicos”.
La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) decidió al paso de las “afirmaciones aparecidas” sobre “un supuesto desabastecimiento” para asegurar que el abastecimiento en España “está asegurado”. Fuentes de la industria confirman que hubo una reducción de la producción nacional en los últimos meses por la sequía o por el aumento del coste de los insumos, pero las ganaderías están reponiendo novillas para producir más en el futuro. Transmiten el mensaje de que “leche siempre hay” y que el tiempo de reposición, si faltara producto, “es de 24 horas”.
Dentro de los productos obtenidos de la ganadería, la carne es la que ahora sufre menos escasez, según fuentes solventes del sector cárnico. En primavera sí hubo problemas con la irrupción de la guerra y la crisis de las materias primas y el resto de los insumos pero ahora la situación se normalizó.
Desde la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) indicaron que no tienen “constancia alguna” de que “exista escasez en estos momentos”.
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