Cuáles son las diferencias entre un crédito rápido y un préstamo personal
La forma en la que evoluciona la sociedad (cada vez más acostumbrada al consumo y a poder gozar de una mayor amplitud de oportunidades) sumada al hecho de que un país atraviese una fuerte crisis económica lleva a que muchas personas se encuentren en una situación complicada de querer y no poder.
Cuando esto ocurre y se cuenta con las herramientas necesarias (como es el caso de la Red) surgen nuevas empresas capaces de ofrecer productos que antes eran impensables, como es el caso de los créditos rápidos (con las ventajas de los créditos rápidos en sí) Aunque están en pleno auge y son ya pocas personas las que no han oído hablar de ellos puede ser que no haya quedado del todo clara la diferencia que existe entre un crédito rápido y un préstamo personal. A modo muy resumido se puede decir que el primero está más pensado para algo puntual y que no requiera de mucho dinero. En cambio, si quieres pedir un préstamo personal, estarás más bien pensando en una adquisición de mucho más valor (como puede ser una vivienda) Vamos a ver estos dos productos y las diferencias que existen entre sí.
El importe que se necesite. Es decir, la suma de dinero que se va a pedir prestada. En este sentido, como ya comentamos, no será lo mismo una cantidad pequeña (que suele equivaler hasta los 300 euros, más o menos) que plantearse la compra de una vivienda (que puede partir de miles de euros hasta superar los millones) Para el primero de los casos, lo ideal es contar con un préstamos rápido porque es una manera de obtener un crédito fácil por una cuantía que no es excesiva. En el segundo de los casos, sí o sí, hay que recurrir a una entidad financiera que estudiara, con detenimiento, cada uno de los casos.
Los requisitos. Lo bueno de los créditos rápidos (y uno de los principales motivos por los que ha calado tanto y tan rápido en la sociedad) es el hecho de que no se requiere de mucho papeleo ni hay que aportar un número excesivo de documentación para obtener el dinero que se requiere. En realidad, son de lo más accesibles. Lo que se suele pedir es que se sea mayor de edad, que se tenga un documento de identificación válido, una cuenta bancaria y tener residencia en el país donde se vaya a llevar a cabo la solicitud. Nada de avales, nóminas o similares. Cosas que sí que se requerirán en el caso de optar por un préstamo personal.
Tiempo para obtener el dinero que se necesita. Siguiendo la línea del punto anterior, con los créditos rápidos, al no requerir de mucho papeleo, todo se lleva a cabo en muy poco tiempo. En apenas unos minutos se puede emplear un simulador (marcando el dinero que se desea y el plazo de devolución que se estima oportuno) Con él se podrá saber, al instante, el dinero total que habrá que pagar, finalmente. Sin sorpresas ni letra pequeña. Una vez que se esté de acuerdo con esto lo único que hay que hacer es tramitar la solicitud, que suele ir acompañada de rellenar un formulario con la información básica del solicitante (como su nombre, dirección o cuenta bancaria) Desde el momento en el que se de el visto bueno por parte de la empresa, se podrá contar con el dinero en el banco en tan sólo unas horas. En el caso de los préstamos personales se requerirá de mucho más tiempo. Incluso en los que son considerados como préstamos personales rápidos lo habitual es que el proceso se demore un par de días, como mínimo.
Dónde se solicitan. En el caso de los créditos rápidos todo el proceso se lleva a cabo de forma online, con lo que se evitan desplazamientos y esperas. Además, esto facilita el que la intimidad de la persona que necesita de ese dinero no se vulnere en manera alguna, algo que no se puede asegurar en una entidad bancaria. A este último lugar sí que hay que acudir si lo que se busca es un préstamo personal. Algunos bancos se han sumado a las FinTech y se pueden llevar estas gestiones online, pero siempre requerirán de mucho más tiempo y papeleo.
Tiempo de devolución. Como los créditos rápidos están pensandos para cuestiones puntuales y las sumas de dinero no exceden un tope se entiende que la mayor parte de las personas los pueden asumir y que, además, lo pueden devolver en un plazo breve (que suele ser de un mes) En el caso de los préstamos personales la devolución se alarga en el tiempo puesto que las sumas que se requieren son de importes mucho mayores.
Tipo de interés. Con los créditos rápidos se cuenta con un tipo de interés que ya está prefijado y que se conoce de antemano. En cambio, con los préstamos personales el tipo de interés puede variar en función de la solvencia y de la situación económica del solicitante que, cuanto menor poder adquisitivo tiene, más paga.
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