Vigo ve negativa la reducción de caballa y lirio y que salvó los muebles en merluza

El acuerdo alcanzado en la madrugada del sábado en Bruselas por el Consejo de ministros de Pesca de la Unión Europea sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2026 suponen una de cal y otra de arena para la flota que representa la Cooperativa de Armadores del Pesca del Puerto de Vigo. Su presidente, Javier Touza, explicó ayer que la flota del Atlántico sale muy perjudicada por esas cuotas, que beneficiarán, aunque con condiciones, a la zona del Mediterráneo. “No ha sido nada satisfactorio para nosotros”, aseguró en declaraciones a Atlántico. En concreto, mostró su preocupación por la caballa y el lirio que, según Touza, “tendrá un impacto muy negativo para nosotros”.

El presidente de ARVI, no obstante, indicó que se han podido “salvar los muebles” con la merluza, que se mantiene, y con el lenguado y el abadejo, con una bajada muy inferior a lo esperado: “Esperábamos que pesase la sostenibilidad económica por encima de la científica o la medioambiental, pero ya hemos visto que con el Comisario de Pesca Kostas Kadis van a seguir imperando esos valores. Solo nos queda seguir luchando, en especial para la caballa y el lirio”.

Para la Confederación Española de Pesca (Cepesca), en el Atlántico, el acuerdo presenta un balance desigual en función de las especies. El sector señala como muy positivas las subidas de TAC en pesquerías de alto interés para la flota española, como el boquerón del Golfo de Cádiz (+60%), la anchoa del Cantábrico Noroeste (+8%) o el atún rojo, cuyo incremento permitirá a España disponer de 1.155 toneladas adicionales, hasta alcanzar un total de 7.938 toneladas.

En sentido contrario, el sector advierte del impacto negativo que tendrán determinadas reducciones. La cigala del Golfo de Cádiz sufre un recorte en torno del 50%, si bien Cepesca valora que el acuerdo incorpore una declaración conjunta de la Comisión Europea y de España que contempla la realización de un nuevo estudio científico con el fin de revisar el estado del stock y, en su caso, ajustar las cuotas a lo largo del año.

Asimismo, destaca que se han logrado moderar algunas propuestas iniciales, como en el caso del abadejo, cuya reducción se limita finalmente al 13%, frente al 26% inicialmente planteado, o del lenguado, que queda en un recorte del 9%, frente al 28% propuesto. Por el contrario, la bacaladilla mantiene la reducción prevista del 40%.

Especial atención merece la situación de la caballa, cuya gestión depende de la negociación entre la UE y los Estados costeros, entre otros Noruega, Reino Unido y las Islas Feroe. Ante la falta de acuerdo y la previsible reducción del 70%, se ha establecido un TAC provisional, aplicable entre el 1 de enero y el 30 de junio, que permitirá utilizar el 90% del 30% del TAC finalmente disponible, a la espera de que se cierre la negociación definitiva.

Con relación al listado del Océano Índico, la flota atunera de Cepesca lamenta haber sido “moneda de cambio”, y que finalmente Francia haya conseguido un reparto mucho más beneficioso a expensas de España que contaba con un histórico considerablemente más favorable.

Malas noticias en caballa, bacaladilla y cigala

España consiguió aliviar el recorte planteado en especies como el lenguado del Cantábrico, del 28% al 9%, mientras que el lenguado del golfo de Vizcaya se reducirá un 1%. Mismo escenario para el abadejo que de la reducción inicial del 26% se ha terminando en el 13%. Respecto a la merluza, España mantiene la cuota. En el lado opuesto está la caballa, especie a la espera de acuerdos de reparto con estados costeros como Islandia o Noruega. La UE siguiendo el consejo científico pactó límites de captura provisionales para los primeros seis meses de 2026, del -70 %. En la misma línea, la captura de bacaladilla se verá reducida el próximo año un 41%, con 59.321 toneladas totales máximas de esta especie.