El BCE cumple con el guion y mantiene los tipos en el 4,5%
El instituto emisor prevé que la inflación continúe moderándose hasta el 2% para el año 2025
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer no subir los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito se mantiene en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%. De esta forma, el instituto emisor deja los tipos intactos por segunda reunión consecutiva desde que pisase el freno en su cita de octubre tras llevar a cabo diez subidas consecutivas del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.
“Las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza a la economía. El endurecimiento de las condiciones de financiación está frenando la demanda, lo que está ayudando a reducir la inflación”, señaló el BCE en un comunicado, en el que contata que el crecimiento económico “continuará siendo débil a corto plazo”. El BCE afirmó que los tipos de interés “están en niveles que, de mantenerse durante un periodo suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial” a devolver la inflación al objetivo del 2%.
El “guardián del euro” había elevado los tipos en 450 puntos básicos durante el ciclo de subidas, que dio comienzo en julio del año pasado y que, ahora, no se ha reanudado en una decisión que los analistas ya daban por descontada. De cara al futuro, el BCE continuará aplicando “un enfoque dependiente de los datos” para determinar el nivel de restricción y duración de la política monetaria.
Previsiones
Igualmente, el BCE pronostica que en la zona euro la inflación descienda “gradualmente” durante el próximo año y que se acerque al objetivo de estabilidad de precios del 2% en 2025. En conjunto, el órgano que preside Christine Lagarde prevé que la inflación general se sitúe en promedio en el 5,4% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026. En comparación con las proyecciones de septiembre, esto supone una revisión a la baja para 2023 y, especialmente, para 2024.
De excluirse el impacto de la energía y los alimentos, la variable subyacente se situará en el 5% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 2,1% en 2026. “La inflación subyacente ha seguido moderándose, pero las presiones inflacionistas internas continúan siendo intensas, debido principalmente al fuerte crecimiento de los costes laborales unitarios”.
En lo referido al crecimiento, si bien este será reducido en el corto plazo, el BCE espera que se recupere gracias al incremento de las rentas reales, ya que los ciudadanos se beneficiarán de la caída de la inflación y del aumento de los salarios, pero también por la mejora de la demanda externa. En consecuencia, se anticipa un repunte desde el 0,6% de 2023, hasta un 0,8% en 2024, y un 1,5% tanto para 2025 como 2026.
La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro fuera en noviembre del 2,4%, medio punto porcentual por debajo de la subida de precios registrada en el mes anterior y su lectura más baja desde julio de 2021. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó seis décimas, hasta el 3,6%. Eurostat confirmó la semana pasada que el PIB de la eurozona registró una contracción del 0,1% en el tercer trimestre respecto de los tres meses anteriores.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último