Los astilleros de Vigo firman su mejor cartera de pedidos en la última década

Mar

Armón es líder absoluto en España tras la compra de Barreras y Nodosa logra dos construcciones de pesqueros

Nodosa construirá un nuevo buque arrastrero congelador para la armadora viguesa Pereira.
Nodosa construirá un nuevo buque arrastrero congelador para la armadora viguesa Pereira.

La construcción naval gallega se aviva y registra su mejor marca de la última década. Los astilleros privados de Vigo tienen una docena de contratos en vigor, a los que se suman dos más en Marín que aseguran carga de trabajo hasta 2024 y tienen varias negociaciones en marcha que podrían fructificar en 2023.

A nivel nacional la cartera de pedidos supera las 60 construcciones de barcos lo que evidencia la mejoría de la actividad del sector si bien hay que tener en cuenta que los últimos años estuvieron marcados por una sequía de pedidos agravada por la pandemia.

El último informe del Ministerio de Industria revela esta mejora: en el tercer trimestre del año los astilleros privados de Galicia -ubicados en la Ría- representan casi un 30% de la actividad ponderada a nivel nacional; es decir, el equivalente a las puestas de quilla, las botaduras y las entregas. Este porcentaje sopone 11 puntos porcentuales más que en primer semestre del año cuando se situaba en un 17%. Lideran Asturias y País Vasco con un 35 y un 37%, respectivamente.

El grupo asturiano Armón es el líder absoluto de la construcción naval en España. Aglutina más de la mitad de los contratos con un total de 34 repartidos entre todos sus astilleros, entre ellos los dos que tiene en la urbe viguesa. Armón Vigo tiene cinco construcciones en vigor, dos de ellas históricas por ser el primer ferri eléctrico fabricado en España, el ‘Cap de Barbaria’ para la naviera Balearia; y el ‘Odón de Buen’ para el CSIC que va a ser el mayor oceanográfico del mundo y el más avanzado tecnológicamente. Otros tres barcos para Argentina, Nueva Zelanda e Islandia completan su cartera de pedidos.

La otra factoría que el grupo tiene en Beiramar es Astilleros Ría de Vigo (antigua Barreras) que en estos momentos está acometiendo dos reparaciones de remolcadores. Es precisamente la adquisición de esta empresa la que permitió a Armón consolidar su posición de liderazgo con la creación del mayor astillero privado en nuestro país que se formará cuando se unan las dos instalaciones. El grupo tiene otra factoría en Burela y el resto en Asturias junto con la empresa Auxiliar Naval del Principado.

Freire es el otro constructor con más carga de trabajo en la ría. Tiene en marcha dos construcciones de buques de investigación oceanográfica para Abu Dabi y para EE UU así como un megayate de lujo.

Nodosa, ubicado en Marín, logró dos nuevos pedidos en los últimos meses y en ambos casos son pesqueros de última generación. El más reciente es un contrato firmado con Armadora Pereira a través de su sociedad mixta participada que opera en Malvinas. Se trata del ‘Nuevo Argos’ un buque arrastrero congelador de 85 metros de eslora que será el barco más grande encargada por el grupo vigués y se destinará para la pesca y procesado de calamar patagónico en el caladero malvino. El casco se proyectó para optimizar el comportamiento en el mar en situaciones meteorológicas adversas y reducir el consumo del combustibles. Su entrega está prevista para finales de 2024, al igual que la del ‘Falcon’, otro buque congelador que Nodosa está construyendo para la viguesa Pescapuerta.

El informe del naval de la Secretaría General de Industria y Pyme contabiliza dos en Cardama, un remolcador para Senegal cuya construcción se retomó ahora tras un tiempo parada por cambios en el gobierno del país africano; y una patrullera de vigilancia ya finalizada para venderse. Se trata de un pedido que Dinamarca contrató hace más de 10 años a la extinta M.Cíes y que fue adjudicado a Cardama pero el armador lo canceló. También está construyendo una draga de 73 metros de eslora.

El astillero Metalships, que está en venta, no tiene construcciones y está centrado en las reparaciones de grandes buques. Por su parte Astilleros San Enrique (antigua Factorías Vulcano) inició la actividad aunque no naval, sino para la automoción con la fabricación de un túnel climático para testar coches eléctricos. San Enrique aún no figura como tal en la estadística oficial, que sigue recogiendo Vulcano y también Barreras pese a estar extinguidas las dos sociedades.

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