Alerta por la caída drástica del mejillón en las rías gallegas
Mar
Las causas aún no están claras y el CSIC apunta a factores climáticos como el aumento de la temperatura del mar, la acidificación oceánica y los cambios en afloramientos
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), ha analizado las percepciones y preocupaciones de 59 actores relacionados con sector mejillonero en relación con la situación a la que se enfrena la acuicultura del mejillón en Galicia ante los cambios ambientales. El estudio, publicado en la revista “Aquaculture”, lo han llevado a cabo Mario Soliño Millán, científico titular y jefe del grupo Ciencias Sociales Aplicadas a Recursos Marinos y Costeros y Antonio Figueras Huerta, profesor de investigación en el grupo Inmunología y Genómica.
“La acuicultura del mejillón está ante una situación amenazante. Aunque la producción se mantuvo estable durante los últimos 15 años, en 2023 experimentó un fuerte descenso hasta niveles no vistos desde finales del siglo XX. Las causas exactas de esta caída aún no están claras, pero se cree que factores climáticos como el aumento de la temperatura del mar, la acidificación oceánica y los cambios en los patrones de afloramiento pueden ser claves”, explican Soliño y Figueras (investigadores del IIM-CSIC), quienes añaden que “según datos de la FAO, España es el tercer mayor productor mundial de mejillón, después de China y Chile, contribuyendo con el 44,59 % de la producción europea y el 9,98 por ciento de la producción global. Galicia domina la producción nacional y europea de mejillón, con las Rías Baixas como su principal área de cultivo”.
“La producción de mejillón ha sido clave para el desarrollo socioeconómico y cultural de localidades costeras, por lo que la reciente disminución de la producción representa una preocupación importante para las comunidades locales. La disminución de la producción de mejillón por debajo de las 200.000 toneladas en 2023—una situación observada solo en tres ocasiones desde la década de 1990—plantea serias preocupaciones sobre el futuro del sector. Y en el año 2024 (ya con el estudio finalizado) la situación no ha cambiado, sino todo lo contrario: las cifras son todavía peores y auguran años difíciles para el sector. En este contexto de incertidumbre, es fundamental reflexionar sobre estrategias de mitigación para proteger la estabilidad económica y social de la industria. Y es ahí donde se enmarca este estudio”, explican los autores del estudio.
El estudio se ha llevado a cabo aplicando el método Q, que permite analizar cuestiones cualitativas del comportamiento humano, y ha sido ampliamente utilizado para realizar análisis de identificar discursos. Las unidades de análisis no son los encuestados, sino un conjunto determinado de afirmaciones, lo que permite identificar diversos discursos sobre un mismo tema. Hasta la fecha, indica el CSIC, este método no se había aplicado específicamente a la acuicultura del mejillón.
Ello ha permitido recopilar por primera vez afirmaciones que expresan ideas, opiniones, valores, preferencias o creencias sobre el mejillón en Galicia. Los autores exploraron monografías y otras fuentes de información como artículos científicos, reseñas empresariales, prensa, etc.
Peligro de crisis económica y social
El estudio destaca entre los aspectos ambientales, la afirmación de que la presencia de biotoxinas en los estuarios supone un grave peligro para la acuicultura del mejillón o que las condiciones naturales de las rías gallegas experimentarán cambios drásticos a lo largo las próximas décadas; entre los socioeconómicos que si la industria del mejillón colapsara, provocaría una crisis económica y social en las principales zonas de producción, como la Ría de Arousa o que la industria conservera utilizará, cada vez más, mejillón no producido en Galicia; y en la dimensión de conocimiento general que el mejillón gallego se asocia a un producto de lujo o gourmet o que el sector mejillonero se enfrentará con graves problemas con la semilla (implantación, preengorde y desdoble). En este trabajo participaron 59 personas.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último