Los zorros del desierto

Carlos Sainz (MINI JCW X-Raid), tricampeón del rally más duro del mundo, defenderá el título de campeón a partir de hoy en la edición más exigente del Dakar, la número 43, que comienza por segundo año consecutivo en Arabia Saudí, condicionada por la crisis sanitaria ocasionada por la covid-19, que ha provocado una sustancial pérdida de pilotos y cambios significativos en la organización. Pese a todo, el encanto y la dificultad siguen intactas, y este año podrán saborearlo todo por primera vez lo vigueses Yago de Prado y Ricardo Ramilo, que debutan en la aventura saudita en la competición

Es el Dakar más distinto que se recuerda. Hasta hace escasos días los pilotos temían por la cancelación del evento debido al cierre de fronteras de Arabia Saudí tras el alto índice de contagios por covid-19 que se está produciendo en el país de Oriente Medio. A diferencia de otros años los pilotos permanecerán durante toda la competición en la burbuja. Los competidores sólo podrán desplazarse desde los alojamientos hasta el 'vivac', quedando este cerrado para las visitas. Este año el mítico raid constará de 12 etapas -además del prólogo de hoy- y cubrirá un total de 7.646 km, de los que 4.767 serán de especiales cronometradas. Los pilotos seguirán la estela del año pasado, pero las especiales serán totalmente inéditas.

Entre las grandes rivalidades en la historia del deporte no puede faltar la de los tricampeones del Dakar, Carlos Sainz y el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo). Durante más de una década han protagonizado batallas formidables, convirtiéndose en historia viva del rally raid más duro del mundo. En esta edición, quizás la lucha por el título entre el Mini JCW Buggy de Sainz y el Toyota Hilux V8 de Al-Attiyah sea lo más normal de la competición. Tras 14 Dakares, Sainz continúa teniendo hambre. En Arabia tendrá a tiro igualar el récord histórico del finlandés Ari Vatanen, único piloto ganador de cuatro ediciones. Por delante, con 13 victorias, se sitúa únicamente la leyenda del raid 'Monsieur Dakar': Stéphane Peterhansel.

BRX se presenta como la principal alternativa a Mini y Toyota con el galo Sebastian Loeb y Nani Roma como pilotos. El catalán, único español ganador de la prueba en coches (2014) y motos (2004), se quedó sin copiloto a escasos días de comenzar la prueba. Su compañero, Dani Oliveras, anunció su baja tras dar positivo por covid-19 en los test PCR previos al comienzo del evento. Le sustituye el francés Alex Wincocq.

Por su parte, Laia Sanz acomete la edición más dura para ella. La 10 veces campeona del rally femenino más duro del mundo, disputará su undécimo Dakar pese a estar convaleciente de la enfermedad de Lyme, contraída el pasado septiembre por la picadura de una garrapata.

Un año más, la competición de motos se presenta como la más abierta. En la pasada edición Honda rompió la dictadura de KTM tras 18 años consecutivos. Los favoritos para amenazar la corona del americano Ricky Brabec (Monster Honda) serán: el chileno Pablo Quintanilla (Rockstar Husqvarna); el australiano bicampeón del Dakar Toby Price (Red Bull KTM).

Los buggies vigueses, listos para su bautizo en el Dakar

Los vigueses Yago de Prado y Ricardo Ramilo, que se estrenan en la modalidad de SSV, llevan unos días en Yeda, principio y fin del Dakar, que hoy acoge el prólogo de la carrera (15:30 para estos vehículos). En estos días, ambos han podido hacer los primeros kilómetros.

En el caso de De Prado, con su copiloto Álvaro Moya -hijo del mítico Luis, compañero de Carlos Sainz en el Mundial- y el de Ramilo con el experimentado Xavier Blanco. Las sensaciones de los olívicos y sus buggies han sido muy buenas durante el 'shakedown'.

Sainz, con "la ilusión de un chaval de 18"

Carlos Sainz, vigente campeón del Rally Dakar, habló acerca del modo en el que afronta una nueva edición de la prestigiosa carrera y aseguró que se siente muy motivado. "Lo cierto es que motivación no me falta, de lo contrario no estaría participando en el Dakar a mi edad. No busco ningún sistema porque estoy supermotivado y, a día de hoy, tengo la misma ilusión que un chaval de 18 años y eso es lo que hace que siga participando en esta carrera", señaló en declaraciones que recoge Red Bull.

"Mantener la motivación para seguir participando es fácil, porque me encanta correr y disfruto al máximo conduciendo. Puede que cuando me quito el casco la gente me vea serio, pero por dentro hay una gran sonrisa porque sigo disfrutando cada vez que me subo a un coche de carreras, cada vez que empiezo un tramo, cada vez que hago un test... Si no disfrutas y no tienes esa pasión es muy difícil pensar que llegarás preparado para la siguiente edición", añadió.

Sainz reconoce que es ambicioso: "Yo creo que todos los deportistas lo somos y en el momento que te planteas correr, participar en algo y competir es para ganar, sobre todo si formas parte de un equipo profesional de primer nivel, con gente competente que esperan que des el máximo. Hay que darlo todo, porque todo el mundo así lo espera".n