Rosaleiro y campeón de Asia
El extriatleta Óscar Vicente, fisioterapeuta del Al-Hilal saudí, gana la ‘Champions’ oriental con el club árabe
La vida ha llevado a Óscar Vicente (O Rosal, 1990) seguramente más lejos de lo que hubiera imaginado nunca. Laboral y geográficamente. La semana pasada, el componente de aquella generación del triatlón conocida como los ‘Niños de Oro’ ganó la ‘Champions League’ asiática con el Al-Hilal, club en el que trabaja como fisioterapeuta y que se ha convertido en el más laureado de este torneo continental con cuatro títulos.
Dirigido por el técnico portugués Leonardo Jardim, el equipo saudí cuenta en sus filas con futbolistas como el peruano André Carrillo, el delantero Moussa Marega, procedente del Oporto, o el exjugador del Atlético de Madrid Luciano Vietto, además del núcleo más importante de la selección de su país, que lidera su grupo de clasificación para el Mundial de Qatar por delante de combinados como Japón o Corea del Sur. “La liga aquí era menos competida, pero ahora están trayendo gente de Europa con nivel y ya no es como antes, que los futbolistas venían a acabar sus carreras. Ahora quieren jugadores que compitan”, explica Vicente, que vive su segunda experiencie en Arabia Saudí tras militar en otro equipo, el Al-Shabab, en 2016.
“Hay una gran diferencia, sobre todo en infraestructuras, porque es el club más grande o más mediático del continente, como el Real Madrid de Asia”, explica el rosaleiro, que detalla que “todo lo que pedimos en cuanto a material o en viajes nos lo dan. Nos tratan súper bien, pero lo que más me sorprendió en comparación con los demás clubes, incluso con el que he estado en España (el Alavés), es el trato familiar que hay. A pesar de ser un gran club, una mole gigante, la gente es muy cercana. Tienes acceso directo al presidente, te da la mano, conoce tu nombre y los jugadores son también una familia porque llevan juntos un montón de años. El símil que hago es con el Barça cuando estaba en pleno auge y la selección española eran todos jugadores del equipo azulgrana. Lo que más me sorprende es el trato familiar, cercano, y creo que es lo que le lleva a conseguir títulos y al crecimiento colectivo”.
Óscar matiza que “no se puede equiparar a Europa. Si lo comparas con España, el Al-Hilal no podría competir con los equipos de la zona alta de la clasificación, pero sí podría ser un club que estuviera entre Primera y Segunda División”. En este sentido, señala que “no sería como el Celta. Creo que estaría más abajo, peleando por no descender. Si pones el valor del equipo en Transfermarkt, por ejemplo, que no es un indicativo real, pero sí aproximado, está en 62 millones de euros, que es lo que pueden tener equipos de Primera que están peleando por no bajar, como el Elche”.
Aun así, insiste en que “cada vez quieren hacer esto más competitivo y, de hecho, en el Mundial de clubes que jugaron hace dos años, al Flamengo le plantaron cara en semifinales. En la primera parte iban ganando y al final remontaron los brasileños y ganaron 2-1, pero pudo competir”.
Al fisio de O Rosal se le nota feliz en Riad, ciudad del Al-Hilal. “Las condiciones laborales son muy buenas, tanto para nosotros como para la familia. Yo tengo a mi novia aquí, en enero vendrán mis padres y tenemos vuelos para ir a casa económicamente, así que no hay queja por ese lado. Y creo que es parte del éxito del equipo porque consideran que se si hacen las cosas bien, tanto en el plano económico como en el laboral, todo eso se traduce después al fútbol”, indica Óscar, que no tiene prisa por volver: “De momento, estoy contento aquí y no sólo por el fútbol, sino por el grupo de trabajo que tenemos. Estamos creciendo juntos y es algo que motiva. A corto plazo, mi idea es seguir aquí, aunque el futuro lo veo en España”.
"Sigo en contacto y estos días me felicitó Mario Mola"
Aparte del fútbol, el triatlón ha sido -y todavía es- la gran pasión de Óscar Vicente, que formó parte del grupo de trabajo de Javier Gómez Noya y se retiró para centrarse en su carrera como fisioterapeuta, después de sufrir un atropello en 2014. “El triatlón lo voy siguiendo, nunca desconectas del todo. De hecho, estos días me felicitó Mario Mola por la ‘Champions’. Cuando estuve en Abu Dabi (el año pasado) competí en una carrera y cuando vuelva a casa sí que habrá que coger otra vez las cosas y seguir ligado a un mundo que ha sido muy importante para mí”, explica el rosaleiro, que reconoce que alguna vez se pregunta hasta dónde habría podido llegar de no haber dejado ese multideporte: “Con el nivel que tenía, no sé hasta dónde podría haber llegado, pero seguro que podría haber competido bien en Series Mundiales y quizás clasificarme para los Juegos. Pero no me arrepiento de ninguna decisión que he tomado y esto es parte de mi pasado. Estoy orgulloso, pero hay que saber reinventarse”.
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