El primer paso de la céltica Alice Finot en los Juegos Olímpicos ya está dado

Juegos Olímpicos | Atletismo

La céltica Alice Finot se clasificó para la final de 3.000 obstáculos como segunda de su serie y con el objetivo cumplido de tener un carrera con poco desgaste para la final de mañana

La atleta francesa Alice Finot se fotografía con el grupo de apoyo que la acompaña en los Juegos Olímpicos de París.
La atleta francesa Alice Finot se fotografía con el grupo de apoyo que la acompaña en los Juegos Olímpicos de París.

Doble objetivo conseguido. La francesa de Ponteareas Alice Finot realizó ayer su debut en unos Juegos Olímpicos en las series de 3.000 metros obstáculos y cumplió con el cometido que tenía de entrar en la final de mañana y, a ser posible, de hacerlo con un desgaste escaso. Así sucedió en la tercera carrera de la sesión matinal en París.

Con cinco plazas en juego para la lucha por las medallas, la gala del Celta tuvo cierta fortuna en lo referente en la configuración de las rivales porque se vio encuadrada en un grupo con pocas amenazas, de forma que pudo mantener un ritmo constante, que era bueno para ella y que, además, le permitía evitar desgaste.

La keniana Beatrice Chepkoech, poseedora del récord del mundo, optó por realizar una salida fuerte para limpiar el pelotón de las corredoras más lentas y la situó la rumana Stella Rutto, que terminaría por pagar el esfuerzo en el último kilómetro. Dejó unos cuantos metros la atleta del Celta que, junto a la polaca Alicja Konieczek, marcaba una velocidad crucero en el grupo perseguidor. Asi transcurrió la prueba hasta que Rutto comenzó a ceder y la keniana rebajó su ritmo al alcanzar el segundo kilómetro para evitar más velocidad de la necesaria. Por aquel entonces, el grupo perseguidor ya estaba muy reducido.

En el comienzo de la última vuelta, la clasificación parecía resuelta porque apenas quedaban cuatro atletas en persecución de Chepkoech. Entre ellas estaba una Finot que controló en todo momento la carrera desde la segunda o la tercera posición, el lugar en el que le gusta moverse por el pelotón. Tuvo algún que otro toque con Konieczek y, quizás por eso, antes del último paso por la Ría pegó un cambio de ritmo para irse hasta la segunda plaza, lograda sin demasiados apuros y, con ella, la clasificación para la lucha por los metales.

Firmó un tiempo de 9:14.85, a poco más de un segundo de Chepkoech y con nueve de margen sobre su marca personal. Es decir, pudo certificar la clasificación para la lucha por los metales sin llegar a un esfuerzo máximo, algo de notable relevancia porque la final es mañana, con un tiempo escaso de recuperación para una prueba de 3.000 obstáculos, que ya es de fondo. De hecho, Finot tuvo fortuna en lo referente a las series, porque en la primera, la más dura del día, el corte se estableció en el 9:10.73 con el que la etíope Lomi Muleta hizo su plusmarca personal. En la segunda, la clasificación quedó fijada en 9:16.46 y en la tercera, la de la céltica, estableció el corte la española Irene Sánchez-Escribano, que rebajó su marca personal a 9:17.39.

Una vez pasado el primer corte, queda pensar en la recuperación y en la final. Todo indica que será una carrera rápida en la que, fundamentalmente, la propia Beatrice Chepkoech buscará imponer un ritmo duro desde el inicio y deberá comprobarse el comportamiento de otras deportistas rápidas como la ugandesa Peruth Chemutai, la también keniata Faith Cherolich o la bahreiní Winfred Yani. Finot intentará mantenerse a un buen ritmo, sin meterse en problemas, y buscar aprovechar su velocidad final para estar lo más arriba posible. Quién sabe si en ese sueño de luchar por un metal. Está en el camino.

Para lograrlo, como internacional francesa en París, Alice Finot contará con todo el estadio de Sant Denis como apoyo y, en lo concreto, con el del particular TeamFinot, que se desplazó hasta la capital francesa para impulsarla con las correspondientes camisetas conmemorativas. Un grupo amplio de hasta sesenta personas, entre familiares, compañeros de entrenamiento y amigos, y la gran mayoría procedente de Vigo y el área metropolitana que se desplazaron a los Juegos para estar con la gala, vigente campeona de Europa, y que ayer ya hizo la correspondiente fotografía con todos sus allegados. Todo el calor humano.

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