En el pináculo del tenis

TENIS EN SILLA

Martín de la Puente ya es bicampeón de Grand Slam tras conquistar el cuadro de dobles de Wimbledon junto a su compañero Ruben Spaargaren y alcanzar el cielo de su deporte

El jugador vigués lanza al cielo su raqueta tras lograr el ‘winner’ que cerraba el partido y le daba su segundo título de Grand Slam.
El jugador vigués lanza al cielo su raqueta tras lograr el ‘winner’ que cerraba el partido y le daba su segundo título de Grand Slam.

El tenis es un deporte tan cruel como hermoso, que se disputa en una temporada más larga que la de ninguna otra modalidad -de enero a noviembre- y que, por tanto, encierra infinidad de torneos en esas eternas 46 semanas del año. Pero, tanto para ajenos como incluso para propios, son cuatro citas las que acaparan todos los focos. Porque ganar un título de Grand Slam es lo máximo a lo que puede aspirar un tenista en su carrera. Martín de la Puente cumplió ese anhelo en 2022, cuando ganó el dobles del US Open junto a Nicolas Peifer. Ayer volvió a sentir esa incomparable felicidad en el que, probablemente, es el más prestigioso de todos. El jugador vigués se proclamó campeón de Wimbledon junto con Ruben Spaargaren. De nuevo, la vida en pareja. Como aquella vez en Nueva York. O unos meses después en la Copa de Maestros de aquel sensacional 22 en el que llegó a ser número 1 del mundo de dobles. O hace poco menos de un año, con el bronce paralímpico en los Juegos de París. Mejor, en compañía.

De esta forma, el vigués y el neerlandés convirtieron el pasto londinense en su propio cielo tras salir airosos de una final ajustadísima contra los locales Alfie Hewett y Gordon Reid. El envite se resolvió gracias a un tiebrek perfecto para ganar el primer set por 7-6(1) y a una rotura de servicio en el momento idóneo para llevarse el segundo parcial, el partido y el campeonato (7-5). Martín nunca olvidará ese momento con 15-40 y saque de Reid. Dos intercambios con Spaargaren acabaron en una bola a mitad de pista. El “go, go, go” del neerlandés marcaba el camino de De la Puente hacia adelante. Una derecha inapelable al centro de la pista superaba por el medio a los dos británicos. La raqueta del vigués voló al cielo. Igual que su compañero. Igual que él. Juntos lo habían logrado. Eran campeones de Wimbledon.

Martín se cobraba así una pequeña venganza un día después de perder con Hewett, su verdugo en la semifinal individual del viernes y también en la final del año pasado -hoy peleará con el título contra Tokito Oda (12:00)-.

Para lograrlo, necesitó picar mucha piedra junto a Spaargaren. El partido empezó igualado, con las parejas conservando sus saques. El tándem hispano-holandés rompió primero, pero los ingleses respondieron de inmediato. La mecánica volvió a repetirse y el primer set se iba a decidir en un tie-break. Ahí saltó por los aires toda la igualdad reinante y, con un inapelable 7-1, el vigués y su compañero tomaban ventaja.

Hewett y Reid apretaron de salida en la segunda manga para romper y ponerse 2-0. De la Puente y Spaargaren recuperaron lo perdido para empatar (4-4) y volver a repetir la dinámica, igual que en el primer set. Con 5-5, el vigués y el neerlandés ganaron su servicio y le trasladaron toda la presión a los ingleses. Y desde el 15-15, no hubo vuelta atrás. La derecha ganadora de Martín lo confirmaba: ya es bicampeón de Grand Slam. De vuelta al pináculo del tenis.

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