Once mil kilómetros de playa

Balonmano

Míriam Sempere, capitana del Guardés, disputó con España el Mundial de balonmano playa en China, de donde se trajo una agridulce quinta posición y una “experiencia inolvidable”

Publicado: 08 jul 2024 - 10:02 Actualizado: 08 jul 2024 - 13:28

Sempere (d.) se divierte en un momento de ocio en China junto a su compañera de portería Patricia Encinas.
Sempere (d.) se divierte en un momento de ocio en China junto a su compañera de portería Patricia Encinas.

A Guarda lo tiene todo. Un urbanismo pintoresco, un entorno natural único con mar y montaña, la desembocadura del río más importante de Galicia y sí, también playa. Por la de O Muíño ha paseado muchas veces Míriam Sempere, capitana del Guardés, que hace un par de semanas probó una arena más lejana. No la de su Santa Pola natal, sino todavía más remota. La isla Pintang, en China, recibió a la guardameta alicantina y a todas sus compañeras de la selección española de balonmano playa, que fue quinta en el Mundial de la especialidad, disputado a 11.000 kilómetros de distancia.

“La experiencia ha sido inolvidable”, reconoce Sempere, todavía impactada por lo vivido al otro lado del mundo. “Es todo súper diferente”, acierta a comentar, sin saber muy bien por donde empezar. El enclave, muy turístico, está situado al sureste del gigante asiático. Tan bonito es que ha sido añadido a la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Unesco. Míriam lo confirma al otro lado del teléfono, ya de vuelta en casa y lista -o no- para volver a la vida real.

Un puñado de días allí, y más inmersa en algo tan importante como un Mundial, no es suficiente para conocer cómo respira una sociedad. Pero tanto la portera del Guardés como el resto de internacionales tuvieron tiempo para hacer algo de turismo, conocer monumentos, probar comida y ver el día a día a de la gente. “Es una cultura que no tiene nada que ver con la nuestra”, reconoce Sempere, que vuelve muy satisfecha en el plano vital. “Poder jugar mi primer Mundial y que, encima, fuese un China es algo que nunca olvidaré”, confiesa. “Hemos aprendido muchísimas cosas”, añade la capitana del equipo miñoto.

Caso distinto es la alegría derivada del rendimiento deportivo. España acudía a la cita como subcampeona del mundo y volvió de ella sin medalla. Quedó eliminada en cuartos de final por Alemania. Un golpe que se pudo amortiguar con una buena reacción que dejó quintas a las ‘Guerreras de la arena’. “No conseguimos lo que fuimos a buscar, pero seguro que el día de mañana valoraremos este quinto puesto. Teníamos equipo para estar más arriba, pero en el deporte, unas veces sale cara y otras cruz”, concluye Sempere tras sus días de playa a 11.000 kilómetros de aquí.

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