Ester Navarrete, un puesto 42 para 42 kilómetros de sueño cumplido

Juegos Olímpicos | Maratón

Ester Navarrete completó un maratón que culmina su oda a las segundas oportunidades

Publicado: 12 ago 2024 - 10:26 Actualizado: 12 ago 2024 - 10:26

La maratoniana viguesa celebra su entrada en meta como olímpica.
La maratoniana viguesa celebra su entrada en meta como olímpica.

Su primer maratón la coronó campeona de España. El segundo fue en unos Juegos Olímpicos. Con 34 años, una maternidad hace tres, una excedencia de su trabajo de enfermera y un profesionalismo firmado hace un puñado de meses. En este contexto completó Ester Navarrete la dura carrera de París 2024. La viguesa paró el crono en 2h32:07. Fue 42ª tras 42 kilómetros marcados por el desnivel positivo y el calor.

No era el resultado que fue a buscar, pero si esto ya tiene mérito hoy, tendrá mucho más mañana. Porque inscribir su nombre en el monumento a los olímpicos vigueses en Rosalía de Castro es una oda a las segundas oportunidades. A menudo, se suele solemnizar el deporte entre palabras grandilocuentes y epopeyas memorables. Y muchas veces, de forma justificada. Pero la historia de Navarrete es la del día a día de cualquiera. Intentarlo, caer, levantarse, tomar decisiones, mejorar. Momentos malos, momentos buenos. La vida. El enfoque de su carrera iba más con el 10.000 y el 5.000, aderezado con el el cross en invierno y las carreras populares todo el año. Hasta que apareció el maratón. “Qué bien que me convencieron”, confesaba antes de viajar a París. Hoy volverá más convencida aún.

Por el camino, una carrera que en realidad fueron dos. Malas sensaciones de salida, con los nervios jugando una mala pasada en el estómago. Así hasta vomitar en el ecuador de la carrera. Luego, tres kilómetros muy malos hasta que, en el 25 todo empezó a encajar. De ahí hasta el final, Navarrete se encontró consigo misma. Pudo terminar a buen ritmo y superar el entrincado recorrido, con una rampa de 500 metros al 12% como punto caliente y el extraordinario telón de fondo de la ciudad de París presente en casi todo momento.

De la salida en la plaza del ayuntamiento parisino a la llegada en la explanada de los Inválidos. Con pasos por Versalles y otras localizaciones míticas del entorno de la ciudad de la luz y de la propia capital francesa. En el kilómetro 10 se produjo la primera selección seria, con 20 atletas al frente. La criba se hizo mayor en el tramo pestoso.

A falta de 10 kilómetros, dos etiopes -Tigst Assefa y Amane Shankule-, dos keniatas -Hellen Obiri y Sharon Lokedi- y la neerlandesa Sifan Hassan, que se quedó sola con Assefa en un final al sprint, con choque incluido. La atleta de naranja cruzó la meta primera para colgarse su tercera medalla en París tras los bronces en el 10.000 y el 5.000 y lograr la mejor marca olímpica (2h22:55). Las españolas Majida Maayouf y Meritxell Soler fueron 17ª y 25ª, respectivamente. Ester llegó después, tras 42 kilómetros de sueño cumplido.

Manolo Vigo, entrenador de Ester Navarrete

Un año y un bendito cambio

Hace un año, Ester Navarrete se colgaba la medalla de bronce en el 5.000 del Campeonato de España. Muchas cosas han pasado desde entonces, pero ayer todas confluyeron en la maratón olímpica de París. En diciembre surgió la posibilidad y desde entonces todo fue rodado. Primero en la media, luego campeona estatal de la prueba y ahora, finalmente, olímpica. Fue un cambio bendito. También fácil. Su balance, su ritmo, su capacidad. Todo el trabajo de tantos años en el 10.000 le sirvió de perfecto respaldo. Y los entrenamientos y los descansos se adecuaban a su situación familiar. Simplemente, la transición se produjo de forma natural.

Ese año de éxitos y emociones se culminó en París. Queda sabor agridulce, porque estaba para rondar el puesto 25. Pero esos problemillas estomacales le quitaron tres segundos por kilómetros. Unos dos minutos en total. Pero Ester supo minimizar daños y acabar bien y entera con un muy buen segundo tramo de carrera. Le pongo una nota de 8 sobre 10. Ahora solo queda descansar y disfrutar. Porque quién nos iba a decir hace un año, tras un 5.000, que íbamos a estar aquí. Bendito cambio.

Contenido patrocinado

stats