El español Jordan Díaz logra el oro en triple salto
Juegos Olímpicos | Atletismo
Jordan Díaz voló ayer bajo la lluvia hasta los 17.86 metros para batir al portugués Pedro Pichardo por dos centímetros y hacerse con el título olímpico en los Juegos de París
Victoria de Jordan Díaz para España, por delante del portugués Pedro Pichardo y del italiano Andy Díaz Hernández. Tres preseas europeas y un podio de origen 100% cubano, porque el trío comenzo su andadura deportiva en su país de nacimiento y, antes o después, pasaron a los diferentes estados del sur de Europa que ahora defienden.
Bajo esta realidad, ofrecieron ayer una final de triple salto que, pese a la lluvia, resultó brillante y, por momentos, espectacular, debido al duelo entre los enemigos deportivos -y personales- del dúo Díaz-Pichardo. Como hace unas semanas en el Europeo de Roma, la batalla cayó del lado del español, que obtuvo el oro olímpico por un escaso margen de dos centímetros, y, para el aficionado, deja la pena de no ver tentativas válidas por encima de los 18 metros. Seguramente, sin el agua, era una tarde en la que llegarían.
La final era esperada para todo el atletismo español porque se sabía de las grandes opciones de título que tenía el pupilo de Iván Pedroso. Se ambicionaba el oro con expectativas reales y la medalla, salvo lesión, parecía segura. Y no defraudó Jordan Díaz, que comenzó la lucha por el título con el salto que le dio la victoria. Al primer intento, el nacido en La Habana se marchó hasta los 17.86 metros. Un registro que ya se sabía que iba a ser medalla, pero quedaba por desvelarse el color.
Y es que unos minutos antes, el portugués -también de adopción- Pedro Pichardo había establecido la línea que se marcaba en la final con una marca de 17.79 metros. Todo ajustado. Y se quedó un poco más con el segundo intento del luso, que se marchó hasta los 17.84. Salvaba Díaz la primera posición por dos centímetros, pero sabía que existía la amenaza. Se podía sentir, pese a que la lluvia parisina no invitaba a grandes alardes en un húmedo pasillo de saltos. Detrás, aunque no mucho, aparecía Andy Díaz con sus 17.63 metros del primer intento. Finalizó con el bronce en un centímetro más.
Y avanzaron los intentos con un español que repitió de forma casi idéntica su marcas: 17.85 y 17.84 firmó en otros dos intentos. Mientras, el luso amenazó con un nulo por encima de los 18 metros, bajó el nivel en el cuarto intento y dejó pasar el quinto para recargar la energía antes del sexto y último salto. Los operarios secaron lo que se pudo el pasillo antes de la última ronda y Pichardo tomó carrera con ganas para quedarse, de nuevo, a casi nada de la marca por el oro: 17.81. Una plata de insatisfacción por dos o cinco centímetros. Un oro de felicidad para Jordan Díaz. La gloria o el abatimiento por el grosor de dos dedos en 17 metros. El deporte, la vida.
El resto de la jornada en el Stade de France dejó la sorpresa del estadounidense Rai Benjamin en los 400 metros vallas (46.46), venciendo por delante del poseedor del récord mundial y campeón defensor, el noruego Karsten Warholm, con el brasileño Alison dos Santos en tercer lugar. La tarde registró también el oro en 400 metros de la dominicana Marileidy Paulino, dominando de principio a fin con récord olímpico (48.17); la victoria de Canadá en el relevo 4x100 metros masculino (37.50) tras la descalificación de Estados Unidos, que sí ganó el femenino (41.78); y los triunfos de Nafissatou Thiam, en heptatlón (6.880 puntos); de la alemana Yemisi Ogunyele, en lanzamiento de peso (20.00); y de Beatrice Chebet, en el 10.000 (30:43.25).
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