Erik Noya, un ascenso sin premio

Se quedó cerca, pero no pudo ser. Intentó ascender hasta donde le pudieron sus fuerzas, pero, esta vez, sin premio. El escalador venezonalo de raíces guardesas Erik Noya cuajó un Mundial en la modalidad de velocidad extraordinario, llegando a cuartos de final, aunque, en esa ronda, se encontró un muro difícil de trepar. También se repartían las primeras plazas olímpicas, aunque para ello había que llegar a la final (sólo dos en juego). Ya lo había realizado en una Copa del Mundo en Chamonix el verano pasado, llevándose la ‘plata’, tirando de constancia más que de velocidad. Y es que es importante ascender rápido, pero más lo es no caerse en el intento.

La clasificatoria no comenzó como esperaba el miñoto. Con muy poco margen de error (dos intentos), el primero no conectó bien sus extremidades con los obstáculos en la pared y quedó clavado. Se fue a más de 7 segundos, tiempo muy alejado de la clasificación. En la segunda, con la presión añadida, marcó 5,39. Tan sólo pasaban a la ronda eliminatoria 16 escaladores y, Noya fue el último de ellos.

Ser el último tiene como castigo enfrentarse a vida o muerte con el mejor de la ronda previa. En este caso, también era quien posee el récord del mundo, el único mortal capaz de bajar de los 5 segundos no una, sino dos veces. El indonesio Vedriqq Leonardo. Comenzó el guardés con ligera desventaja en la escalada, pero un mal apoyo de su rival fue aprovechado por Noya, que escalaba directo al botón que le daba el pase a octavos, con un tiempo de 5,46 segundos.

En cuartos, el kazajo Rishat Khabullin no iba a ser un rival sencillo. Octava mejor marca de la jornada, con 5,27 segundos en la ronda previa, demostró que era capaz de subir más rápido que el guardés, también debido a su cuerpo, mucho más ligero que el de Noya. Le aguantó el envite durante tres segundos, pero un minúsculo fallo en un agarre sentenció al natural de Venezuela. No pudo ser. La cara de Noya descendiendo tras parar el crono en 6,87 segundos era agridulce: contento por su desempeño, pero triste por lo cerca que se quedó de un puesto sobresaliente en un Mundial.

La anécdota de la jornada ocurrió en la propia final masculina. Con la presencia del chino Jimbao Long y el italiano Matteo Zurloni, un casi imperceptible movimiento del asiático antes de afrontar la escalada final fue captado por los sensores. Salida falsa y eliminación directa. El título viajaba a Italia, aunque Zurloni no deseaba vencer de esa manera. Pero ganar es ganar, aunque sea con el fallo del rival. Esto beneficia a los intereses de Noya, que se jugará una plaza olímpica contra otros oponentes de Europa y, con esta victoria, Zurloni obtiene su pase directo.