Drucker gana en la calma

vuelta a españa

El velocista del BMC se impuso al sprint en una jornada sin cambios en la clasificación general antes del descanso

carlos de torres PEÑÍSCOLA

Publicado: 05 sep 2016 - 20:05 Actualizado: 07 sep 2016 - 11:13

El ciclista del equipo BMC, Jean Pierre Drucker
El ciclista del equipo BMC, Jean Pierre Drucker

El luxemburgués Jean Pierre Drucker (BMC) aprovechó ayer la cita de velocistas junto al Mediterráneo para imponerse al sprint en la decimosexta etapa de la Vuelta, disputada entre Alcañiz y Peñíscola, de 156 kilómetros, en la que el colombiano Nairo Quintana (Movistar) retuvo el maillot rojo de líder en jornada de transición.

Drucker, un especialista de ciclocross de 30 años, sufrió en Pirineos y a punto estuvo de bajarse de la bicicleta. Pero su intuición le dijo que en "La ciudad en el mar" podía alcanzar su día de gloria. Acertó. Se impuso por velocidad a los alemanes Rudiger Selig (Bora) y Niklas Arndt (Giant), con un tiempo de 3h.21.18, en un trayecto disputado a una media de 46,6 por hora.

Jornada de transición pura para los favoritos, que salvaron el día sin incidentes, en sus puestos y contentos pensando en el día de descanso que les espera en Castellón y provincia. Quintana, feliz con el colchón de 3:37 minutos sobre Froome y 3:57 respecto al colombiano Esteban Chaves (Orica). Alberto Contador, cuarto, al acecho, a sólo cinco segundos del podio. Tal vez planeando ya su próxima emboscada.

Después de las dos grandes etapas de alta montaña en los Pirineos, el pelotón se fue a la playa bajo un sol de plomo entre la capital de la Comarca del Bajo Aragón y la veraniega Peñíscola. El Alto al Castillo de Morella, de tercera, era la única dificultad montañosa de la jornada.

Por allí pasaron los seis escapados del día: el "Lince" marbellí Luis Ángel Maté (Cofidis), el joven noruego Bystrøm (Katusha), de 24 años, campeón del mundo sub-23 en Ponferrada 2014, el suizo Dillier (BMC) y el francés Morice (Direct Energie).

Proyecto condenado de inicio, ya que el pelotón en ningún momento permitió un retraso de más de 3 minutos. Había hambre de sprint después de días duros en las montañas. El Giant-Alpecin, IAM, Bora-Argon y Dimension Data se encargaron de que hubiese una llegada masiva, por eso a 15 kilómetros de meta los aventureros se diluyeron entre la marabunta.

Había temor por el viento cuando la carrera se pegó a la costa, pero Eolo no sopló, aunque falta hizo, ya que la temperatura superaba los 35 grados, insoportable con la humedad. Aún así, se plantaron al frente los hombres del Tinkoff de Contador y el Sky de Froome. Por si acaso.

No apareció el viento y los líderes se echaron a un lado. La etapa la iban a negociar los velocistas que quedan en carrera, los supervivientes de la montaña. Atacó el italiano Daniele Bennati (Tinkoff), en la baza de la sorpresa, pero el nuevo corredor del Movistar no tuvo fuerzas para contener a la bestia del pelotón.n

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