Cien coronas para el rey

Tour de Francia

Tadej Pogacar logró su victoria centenaria tras superar al sprint a Mathieu van der Poel, que aguanta el liderato, para culminar una etapa al estilo clásica y a la máxima velocidad

El fenómeno esloveno levanta los brazos por delante del líder.
El fenómeno esloveno levanta los brazos por delante del líder.

Tadej Pogacar (UAE) ganó ayer la cuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Amiens Métropole y Rouen sobre 174.2 kilómetros, para lograr su 18ª victoria en el Tour y la número 100 en su carrera profesional, en una jornada en la que el muro final propició un nuevo pulso con Jonas Vingegaard (Visma), si bien se metió de por medio el todavía líder Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck).

Pogacar ya es centenario y lo ha logrado nada más y nada menos que en el Tour de Francia y vestido con el maillot arcoiris de campeón del mundo. Además, con un triunfo marca de la casa, atacando en el último muro de una etapa tipo clásica, con un final vibrante e imponiéndose a otros dos colosos como Van der Poel y Vingegaard, que parece ser el único que, si no cambian las cosas, puede disputarle el Tour al esloveno.

Porque en la primera etapa en la que Tadej Pogacar hizo de las suyas, con un ataque feroz en los 800 metros al 9.1% de pendiente media de San Hilario -coronado a menos de 5 kilómetros de la meta-, tan solo Jonas Vingegaard pudo seguirle. Y cedieron metros el resto de aspirantes, como Remco Evenepoel (Soudal), Primoz Roglic (BORA) o el mejor español, Enric Mas (Movistar Team).

Sigue de líder el neerlandés Mathieu van der Poel, ya empatado a tiempos -pero con mejor media de posiciones- con Pogacar. Tercero en la general provisional es Vingegaard, a 8 segundos, mientras que Enric Mas sigue sexto a 48 segundos y el esloveno Roglic se sitúa 13º a 1:27 minutos. Demasiado lejos ya para llevar 4 etapas y ninguna de montaña, ni siquiera de medio montaña.

Así que, después de superar la crono de hoy y, posteriormente, la montaña y se aparte -como sería normal- de esta general el poderoso Van der Poel, todo apunta a un nuevo pulso Pogacar-Vingegaard, con dos Tours para cada uno en sus duelos directos. Todo ello salvo desgracia o salvo una mejora importante del resto de los favoritos. En ese sentido, será importante ver las prestaciones de Roglic y, sobre todo, de Evenepoel en la lucha contra el reloj de esta tarde, en la que el belga parte como favorito al triunfo parcial.

De momento, en Rouen y sus colinas, que brindaron un gran espectáculo gracias a los grandes gallos del pelotón, el precioso y casi incontestable ataque de Pogacar le permitió hacer hueco, hasta un metro con un Vingegaard que le demostró que está más fuerte y entero que en la lucha de hace un año. En la bajada llegaron refuerzos, como Joao Almeida para Pogacar y Matteo Jorgenson para Vingegaard, y la etapa se resolvió al sprint.

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