Celebración española infinita

La selección española celebró en Madrid la conquista del título de campeón de la Eurocopa. Hubo visitas institucionales tanto a La Zarzuela, con la familia real, y La Moncloa, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero sobre todo, la jornada se centró en un recorrido para compartir el éxito con los aficionados.

El autobús descapotable, como es norma, recorrió las calles de la capital plagadas de seguidores. En su interior, hubo tiempo para todo tipo de celebraciones de los jugadores y el resto de componentes de la expedición recién llegada desde Alemania. El destino marcado desde el principio era la Plaza de Cibeles, donde se fijó un gran escenario ante miles de personas.

El capitán de la selección, Álvaro Morata, fue el primero en ser presentado y acabó ejerciendo de maestro de ceremonias para ir introduciendo la aparición de cada uno de sus compañeros. Fue el preludio de las actuaciones musicales y de alguna que otra intervención sorprendente, como la del excéltico Patxi Salinas. Éste se personó como amigo íntimo del seleccionador Luis de la Fuente, con quien compartió cantera y primer equipo en el Athletic Club hace unas décadas. El vigués de adopción, entre bromas, quiso desvelar “un secreto de hace 40 años. Cuando nos preguntaban qué queríamos ser de mayores, todos decíamos futbolistas pero Luis y yo queríamos ser cantantes y teníamos un ídolo: Julio Iglesias”. Y ambos se pusieron a cantar “Quijote”.

Tras tanta actividad festiva, el colofón fue la presencia de Isabel Aaiún, cantante del himno de la selección durante esta Eurocopa, “Potra Salvaje”. Que, obviamente, sonó y fue bailada por todos los jugadores. Justo antes del “We are the Champions”.