Alcaraz cede ante un Rune que reencuentra la senda

Todo negocio necesita vender una historia. Y el tenis no es distinto. Por eso, con el ocaso de la extraordinaria era dominada por Djokovic, Nadal y Federer, urgía encontrar herederos. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, sancionado tres meses por dopaje, recogieron ese testigo. Y en su momento, Holger Rune aparecía como el tercero en discordia que amenazase esa rivalidad idílica para la industria. Historia repetida. Sin embargo, el danés no pudo mantener el ritmo de sus dos adversarios generacionales. No obstante, aún con 21 años, ayer dio un paso para volver a esa senda con una sólida victoria ante el tenista de El Palmar en la final del Conde de Godó (7-6 (6) y 6-2), donde permanecá invicto hasta ese momento.

El jugador nórdico levantó el trofeo tras una semana perfecta, en la que consiguió ser todo lo que el mundo del tenis esperaba que fuera. Poderío físico, velocidad, solidez en el fondo… Todo ello lo experimentó el jugador murciano en un primer set espléndido, resuelto en el tiebreak en gran parte gracias a un espectacular pasante de Rune con 4-4 en el marcador.

Ahí llegaron los problemas físicos de Alcaraz, tieso tras ganar Montecarlo y llegar a la final en Barcelona sin descansar. Con 2-1 arriba pidió fisio y a la vuelta ya nada fue lo mismo. El danés ganó 4 juegos seguidos para firmar la primera derrota del murciano en el Godó -campeón en 2022 y 2023- y retomar la senda para ser parte del nuevo big 3 del tenis mundial.