Fiasco histórico del Deportivo en Riazor: pierde ante 27.000 aficionados y sigue en Segunda B

El Albacete se llevó el ascenso a Segunda División con dos cabezazos al Deportivo, uno en una falta lateral a ocho minutos del final, con el que forzó la prórroga, y otro en el segundo periodo de ese tiempo extra.

Con el ambiente en contra, el conjunto manchego hizo el ‘riazorazo’ en Riazor para amargar a más de 27.000 seguidores del equipo blanquiazul y para regresar, con un coruñés en el banquillo, al fútbol profesional un año después. El Dépor, en cambio, tendrá que esperar de nuevo y volverá a competir con el Celta B.

La alineación del Albacete fue toda una declaración de intenciones, pero el Deportivo, arropado por más seguidores, no se amilanó. Contrarrestó a los manchegos, les impidió establecerse en campo contrario, presionó, robó y descubrió fisuras que tardó en aprovechar por malas decisiones en los últimos metros.

Los de Rubén de la Barrera, silbado en su regreso a Riazor cuando por megafonía sonó su nombre, tuvieron muchos problemas en esa filosofía que propone el técnico coruñés para elaborar desde atrás.

El Deportivo atacó la posesión rival y a los 26 minutos, Álex Bergantiños robó en la medular, el venezolano Miku tocó hacia el colombiano Juergen, este filtró entre líneas y en el área apareció la única novedad en el once blanquiazul respecto al primer partido del ‘play-off’, Mario Soriano, que superó a Bernabé en el mano a mano para que Riazor festejara.

El Albacete salió a morder en el segundo tiempo y uno de los que entraron de refresco, Alberto Jiménez, cabeceó al fondo de la red una falta lateral a ocho minutos del final para empatar el partido.

El Deportivo quedó noqueado, el choque fue a la prórroga y, a siete minutos del final, un centro desde la derecha del Albacete lo cabeceó Jordi Sánchez a la red.