Van diez, y habrá doce

Y con el reiterado deseo de acoger la final en el horizonte. Un año más, la prueba viguesa será la antepenúltima de la Copa del Mundo, con lo que los jinetes se juegan sus últimas opciones de meterse en esa gran final. Y de ahí que la presencia de buena parte de los mejores esté garantizada. En el décimo aniversario, el comité organizador ha querido innovar. Siguen las tres jornadas de competición y, además, nacen las llamadas pruebas espectáculo, pensadas para los jinetes locales y que servirán de cierre de las dos primeras jornadas y de apertura de la última. Viernes y domingo pelearán por este trofeo 15 jinetes, mientras que el sábado se reducirá a ocho. Y entre ellos estará, por ejemplo, el vigués Carlos Domínguez.

AÑON,EN LA COPA DEL MUNDO

Otra buena noticia es que la Copa del Mundo –que carecerá de clasificatoria al cerrarse la inscripción en 40 jinetes– volverá a contar con un jinete gallego. El coruñés Manuel Añón prosigue con su crecimiento en la hípica internacional –no en vano, en la cita de Mechelen del pasado diciembre ganó uno de los concursos paralelos– y aspira a estar con los mejores en Vigo, donde el pasado año se estrenó en una prueba de primer nivel. Por otro lado, el comité organizador quiere que el récord de asistencia del año pasado sea superado en éste a pesar de la crisis. De ahí que haya reducido el precio de las entradas (6 y 15 euros) para que la fiel afición viguesa no falte a la cita. El concurso es ya ‘un niño sano, guapo y con buenas notas’, resumió ayer María del Rosario Andrade.