Uxía Pérez: “Me estoy reencontrando con el cross”

No hace tanto tiempo que Uxía Pérez Bugarín brillaba como incipiente promesa del atletismo del área. Especialmente, en el campo a través, donde la tudense llegó a ser internacional. Luego vinieron lesiones, una operación, la pandemia… El deporte se pausó. Pero volvió. Sin embargo, el contacto con la hierba, el barro y el terreno irregular se hizo algo más de rogar. “Hacerlo mejor o peor en pista, pues me da igual. Pero regresar a donde diste tu mejor versión siempre mete un poco de miedo porque piensas que a lo mejor no recuperas el nivel”, confiesa con mucha sinceridad la céltica, que en una semana ganó el Belarmino Alonso y el Trofeo San Miguel de Oia. “Estoy muy contenta, pero también muy cansada”, apunta sonriente.

Esa alegría se transmite a la perfección en su voz. Porque, si el hogar está donde fuiste feliz, Uxía Pérez ha vuelto a casa. “El cross es muy bonito. Muy duro, pero muy bonito”, subraya la atleta de O Baixo Miño. “Me estoy reencontrado con él y es muy guay”, destaca con un regocijo contagioso. “Ahora sí me siento preparada”, redondea.

Esas dos victorias en semejantes clásicos suponen “un honor” para la céltica. Pero ella va más allá. “Es muy importante que se hayan conservado tanto tiempo. Ahora es nuestro deber como atletas mantenerlos y la forma de hacerlo es corriéndolos”, apunta con responsabilidad Uxía. 

Porque lo cierto es que la participación ha sido baja en ambos. Especialmente en el Belarmino. Sobre todo, si se tiene en cuenta que hace unos cuantos años la afluencia a las carreras de campo a través eran masivas. “Me da pena”, reconoce Pérez. “Con el prestigio que tienen, tendría que haber más atletas”, añade la tudense, que destaca el “trato impecable” en las dos carreras. “Da gusto”, sentencia.

Para la vencedora del dúo de pruebas, hay varias causas posibles para este decaimiento. “Hay un abanico tan grande de posibilidades... y no solo en las carreras”, advierte. “También está el trail, que engancha a muchísima gente”, explica. Pero la tudense no cree que las citas de montaña sean un enemigo. Simplemente, son una opción más en un mundo cada vez más diversificado. “A una persona que corre a nivel popular le puede llamar más la atención hacer un trail o una ruta de 10 kilómetros”, analiza la atleta del Celta. “Los élites siguen corriendo cross, el problema es que solo están ellos. Los que antes completaban las carreras, ahora se pueden sentir atraídos por otras cosas. Y yo lo veo normal”, añade. 

Y, probablemente, ahí esté el quid de la cuestión. El cross es muy duro. La distancia y, sobre todo, la intensidad requerida no están al alcance de cualquiera. “Si lo corres sin estar preparado, vas a sufrir. Mucho”, remarca Uxía, que no ve “una solución clara” al entuerto. 

En cualquier caso y en lo que le atañe a ella exclusivamente, está volviendo a disfrutar del campo. Y no precisamente para hacer picnics. “La sensación es completamente diferente”, dice. “El cross tiene mucha dureza. Requiere más concentración y más fuerza”, advierte. “En la pista das vueltas y buscas una marca. Aquí vas a por otras cosas”, sostiene Uxía, que no duda. “Pero, para mí es muy divertido”, concluye. En esa felicidad en la que se ha instalado, Pérez Bugarín volverá a un Campeonato de España. Será a finales de enero. “Quiero demostrarme a mí misma que se puede correr y no pasa nada”, explica. Será el cierre perfecto del círculo.