Teresa Portela: “Estoy harta de mentiras”
Teresa Portela acusa al presidente de la Española de haberla “vetado” y de mentir sobre ella
Teresa Portela se ha cansado de oír y callar. De saber cómo su enorme nombre como deportista estaba siendo vilipendiado por la Federación Española y callar. De escuchar mentiras y callar. El vaso de su paciencia y de su naturaleza conciliadora se colmó ayer con la gota de las declaraciones públicas del presidente federativo, Javier Hernanz, justificando la protesta de la canguesa por no dejarle optar a los barcos de equipos en base a que “demandaba unas condiciones especiales para ella”.
“Es vergonzoso. Ese presidente no me representa a mí ni a muchos piragüistas. Es una persona que miente y es una vergüenza que ahora se agarre a un resultado para justgificar todo”, señala de entrada Portela tras haber utilizado Hernanz como argumento probatorio de su postura la medalla de oro en el Mundial del K-4 femenino -"la prueba es que han sido campeonas del mundo"-. La siete veces olímpica y medallista en Tokio 2020 rebate las palabras del máximo responsable de la federación. “No se me dieron facilidades. O Sevilla o no puedes competir. Yo no quería condiciones especiales, nunca las he pedido ni las he querido. Son mentiras. Yo me he limitado a constatar hechos. En su momento, las compañeras me llamaban a mí para saber cómo estaba la situación. Y después de haberme expresado públicamente, a mí se me ha vetado. Es un vergüenza porque se toman represalias contra mí y contra piragüistas que me han apoyado”, desvela.
Con rabia, la referente del deporte gallego y español trata de explicarse una vez más. “Ya no entro en que otros equipos tienen dos sedes. Si quieren llevarla a Sevilla o a Francia, que la lleven. Pero toda la vida ha habido un día en que se sale al agua, se compite y se hace la selección. Sólo pido que me dejen competir. A mí y al resto de palistas de fuera de ese equipo. ¿Por qué fuera de esas siete no se pude optar a un barco de equipo?”, se pregunta por enésima vez. E insiste: “Si han contratado a otro entrenador, perfecto. Yo prefiero quedarme con el de toda la vida, con Daniel Brage. Creo que los resultados nos avalan. Y después, que me dejen competir”.
Sin perder las formas, Portela se remite de nuevo a los hechos acaecidos justo después de los últimos Juego Olímpicos. Y los repite como quien clama en el desierto federativo. “Nosotras estábamos tiradas, cada una en su casa, cuando el resto de los equipos ya tenían entrenador y estaban concentrados. Desde septiembre a enero tuve llamadas, vídeo llamadas y demás preguntando por la situación. El presidente no me cogía el teléfono ni me contestaba a las llamadas. Estábamos desatendidas. En diciembre, por fin me dice que el día 7 de enero empezábamos la concentración en Pontevedra y el día 5, llega una notificación diciendo que no, que a Sevilla”, relata. Esa situación, sumada a los criterios más restrictivos, provocaron que la canguesa realizase un vídeo público denunciando su situación. “A los tres días o así del vídeo, que fue el 8 de abril, me llamó pidiendo explicaciones”, señala como la última vez que ha tenido contacto con Hernanz.
De Pontevedra a Sevilla
También aclara, evitando suspicacias que sabe que se han producido, que ella no llevó las riendas cuando se decidió que el equipo de kayak femenino entrenase en Pontevedra en los anteriores ciclos olímpico. “Yo no pedí que el equipo viniese a Pontevedra en su momento. Me llamó el por entonces presidente y me lo propuso. Eso fue todo”, explica.
Pese a todo, Portela aclara que no está retirada, sino a la expectativa. Y trabajando como siempre. “Teresa Portela sigue entrenando todos los días y no he recibido ni una llamada de la federación preguntando si necesito algo o cómo estoy. A la espera de que fijen los criterios para ver si me dejan competir”, apunta. E insiste en el aire irrespirable que rodea a la Federación Española: “Me consta que está mintidiendo sobre mí y no me voy a quedar callada. No pido ningún trato especial. No me quieren en el equipo nacional pero yo me considero equipo nacional”.
Desde Madrid
Javier Hernanz: “Le dimos todas las oportunidades posibles y no quiso”
Javier Hernanz abordó la situación con Teresa Portela, primera deportista española en participar en siete Juegos Olímpicos y que denunció que la obligaban a concentrarse en Sevilla alegando problemas de conciliación: "Demandaba unas condiciones especiales para ella, pero entendíamos que no eran las óptimas para conseguir los resultados. Trajimos un fichaje para el equipo femenino y lo pusimos en Sevilla, con las mejores condiciones de entrenamientos. Le dijimos que tenia que bajar una semana al mes y nos dijo que no, que no quería estar con el equipo nacional. Y eso no podía ser, el equipo pasaba por el nuevo entrenador y Sevilla".
El presidente aseguró que le dieron "todas las oportunidades posibles. Luego se disparó lo de siempre, los patrocinadores me hicieron el tercer grado. Pero tengo otras 8-10 deportistas que también merecen las mejores condiciones y esa conciliación, y la prueba es que han sido campeonas del mundo".
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