El realista Alberto Meira

Tiene Alberto Meira un máster en ajuste de objetivos. A la fuerza. El gondomareño peleó hasta el pasado sábado en el Rally San Froilán de Lugo por el título autonómico de asfalto, del que lo alejó de forma definitiva una avería en el primer tramo. Pero califica tal posibilidad como “una anécdota” y se centra en lo que sí apostaba por alcanzar: “El objetivo de la temporada era ganar el Supercampeonato R5 y lo hemos hecho”.

Porque bien sabe el ya veterano piloto que darse de cabezazos contra una piedra no es sano. Ni económica ni deportivamente. Y el dominio lógico del World Rally Car de Víctor Senra -al que no cesa de calificar como “un grandísimo piloto”- es pétreo. Más si cuenta con la posibilidad de, en los momentos complicados como el de Lugo, añadir dos WRC más a la cuenta para evitar que entre en juego la ponderación de tiempos.

No tiene voluntad Meira de pelear contra molinos de viento. Asume la realidad imperante en el Gallego en los últimos años, aunque considere que no es la mejor para favorecer la igualdad. Y, con ella, la emoción. Y, con ella, la captación de sponsors que no se encuentren con un campeonato ya decantado desde el primer día. Él prefiere centrarse en lo positivo. Y este año lo fue su pelea con Daniel Berdomas en ese segundo peldaño. “Fue una guerra muy fuerte que nos llevó a correr a un ritmo muy alto. Da gusto correr así, peleando a la décima”.

Ni siquiera se detiene a pensar si tiene mérito haber llegado, en las condiciones mentadas, al último tramo con opciones. “Víctor tuvo varias averías y tenía que hacer tercero si ganábamos en Lugo, al llevar a dos WRC. Y hasta tuvo un sustito en el último tramo por una pequeña salida. Pero es una anécdota”, insiste.

"Es imposible combatir con el WRC; pero fue un gusto pelear a la décima con Dani Berdomas"

“Creo que sería muy bueno igualar el campeonato pero no quiero estar llorando siempre”

Se le nota cansado de repetir su discurso sobre lo idóneo que sería igualar el campeonato. “Hasta el Mundial se está planteando ajustarlo porque si no, las marcas se van. Creo que sería muy bueno, pero no quiero que parezca que siempre estoy llorando”, matiza.

De ahí que prefiera centrarse en la victoria en el Supercampeonato R5 y en el título de copilotos de su compareño de fatigas, Avelino Martínez. Quien ha unido a tal galardón su reciente paternidad -por la que no pudo ir a Lugo-, multiplicando por eones la alegría.

El próximo año

Lo que tiene la competición es que cuando un campeonato termina, otro aparece en el horizonte. Y Alberto Meira lo va perfilando sin locuras. “Ir a por un WRC ni me lo planteo. Ya el precio de los Rally 2 se ha disparado desde la pandemia. Creo que he sabido manejar mi carrera sin locuras y ajustándome a la economía", razona. Por eso, si no llega una oferta de compra interesante, para el año seguirá con su actual Skoda y en el Autonómico. Ejercitando su máster en ajuste de objetivos.