Pow One, diseño vigués en la gesta de Julia Benedetti

El grafitero Antonio Barbará –Pow One– ha dado suerte a la skater coruñesa Julia Benedetti, que, con sólo 16 años, el pasado sábado consiguió en Des Moines (Estados Unidos) la clasificación para los Juegos de Tokio 2020 con una tabla que lleva el diseño del vigués.

La joven deportista y el artista gráfico se conocieron por el proyecto de una marca de agua mineral, que nombró a Benedetti su embajadora para los próximos dos años. "Me llamaron de la agencia Spankys, que la llevan Jaji (Alejandro Iglesias) y otra gente que está metida en el mundillo del surf. Había hecho dos o tres trabajos para ellos, uno con Gony Zubizarreta, y quedaron contentos", explica Pow, que destaca que el encuentro "fue bastante rápido. Quedamos en la agencia y hablamos dos o tres horas para conocer sus gustos. Yo ya había hecho algunas cosas, se las enseñé y allí mismo ya me dijo lo que le molaba y lo que no, y no tardamos mucho en encontrar el diseño que nos agradaba a todos, que es importante".

El artista vigués reconoce que "la marca también influyó un poco en la estética y en la nota, que es más 'light', pero la experiencia fue muy buena y además me gusta porque si la chavala se lleva la tabla a Japón y va a patinar con ella en las Olimpiadas, para mí es un orgullo".

Pow sabe de lo que habla cuando se trata de skateboarding, una modalidad que el COI incorporó por unanimidad en 2016 y que formará parte del programa olímpico en Tokio por primera vez en la historia de los Juegos. "Yo hacía skate hace tiempo y la mayoría de mis amigos son skaters, así que siempre estuve muy ligado a este mundo y Julia es una niña pero se mete unas voladas increíbles. Para ser tan joven, en la rampa se defiende muy bien y además es muy rápida, fluida y agresiva", apunta sobre la deportista coruñesa, de la que resalta también que "es encantadora, tanto ella como su madre, que es con las que más estuve. Se ve que cuando uno es un campeón lo es de todas las maneras, no sólo en la deportiva".

Para crear el diseño, el grafitero vigués empleó en esta ocasión una técnica "todo digital, aunque yo vengo del grafiti y de estar más en la calle que en el estudio. De hecho, ahora estoy pintando un muro de unos diez metros en Navia, en la VG-20. Aquí hay muros grandes y los renovamos periódicamente".