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Adrián Alonso ‘Pola’ (Vigo, 1988) inicia mañana una nueva aventura en la Serie A italiana, la tercera liga europea en la que compite tras la española y la portuguesa. En las filas del Sandro Abate Avellino, el ala vigués debutará en la pista del Padova (20:45) con el objetivo de sumar los primeros puntos.
“Creo que tenemos equipo para estar arriba. Puede que la plantilla sea un poco corta de cara a luchar por todo hasta final de temporada, así que esperemos que no haya lesiones, que todo vaya bien y que podamos aguantar. Aunque puede que el club esté pensando en fichar algún italiano más en el mercado de invierno porque el campeonato sólo acepta cinco extranjeros en cada equipo y los demás tienen que ser del país. Y nosotros tenemos pocos italianos”, explica Pola.
El exjugador del Inter Movistar y del Braga luso ha encontrado diferencias en el fútbol sala que se practica en el país transalpino. “Igual tiene más similitudes con el portugués que con el español. Hemos jugado algunos amistosos y el campeonato es físicamente duro, los partidos tienen bastante contacto físico y las pistas son un poco más pequeñas que en España y eso hace que haya más contacto. Luego, en cada equipo puede haber cinco extranjeros y eso hace que suba el nivel de la Liga”, señala.
La competición aún no ha comenzado y, tras los cambios en la normativa, en Italia no se atreven a hablar de favoritos. “Por ahora, no se puede decir qué equipos van a estar arriba porque el año pasado podían tener siete u ocho extranjeros y ahora lo han reducido a cinco. Los clubes han cambiado mucho las plantillas y no es como las ligas española o portuguesa, que hay dos o tres equipos que se sabe que estarán arriba. Aquí, el campeonato lo irán marcando los partidos”, indica el jugador vigués, que destaca que en su club “no han dicho claramente los objetivos, más allá de mejorar. Han hecho una gran inversión y han traído jugadores con nombre importante a nivel internacional, así que las expectativas son grandes, pero debemos ir con cautela, pensando que podemos luchar por conseguir algún título, pero poco a poco”.
Pola milita en un club peculiar, fundado en 2015 por el empresario Massimo Abate en memoria de su padre, Sandro, un industrial y empresario de la provincia de Avellino. “Es un club familiar y no diría que no es profesional porque está haciendo las cosas bastante profesionalmente, pero es una entidad en la que el hijo del presidente juega también en el equipo y es quizás la circunstancia más curiosa. Saben bien lo que quieren, que es ganar, y eso es lo importante”, describe el ala vigués, que en este club se ha reencontrado con Álex Yepes, compañero suyo en la selección española, y con el argentino Lucho Avellino, que también jugó en España.
"Puede que la liga italiana sea un poco inferior a la española, que es la mejor del mundo. El año pasado estuve en la portuguesa y el nivel es también algo más bajo, pero el tener tantos extranjeros hace que sea más competitiva", afirma Pola, que ya se empieza a adaptar a su nueva realidad: “Al principio me costó un poco, pero ahora voy por el buen camino”.
Lo que aún no sabe es si su aventura italiana se limitará a este curso o habrá alguno más. “Con la edad que tengo, voy temporada a temporada. Disfrutaré de ésta y al final lo valoraremos todo”, apunta Pola, que donde no se ve ya es volviendo a La Roja: “A día de hoy, no es mi prioridad y no he estado en las últimas convocatorias. Sí es verdad que yo no he renunciado en ningún momento a la selección, pero siendo realista, lo veo complicado. Ya he cumplido una etapa allí y si por lo que sea ha tenido que terminar, creo que he hecho un gran papel con el equipo nacional y estoy orgulloso”.
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