Parkinson sobre la mesa

tenis de mesa

Manolo López, vigués de 63 años, ha encontrado una terapia para esta enfermedad en el ping pong y se ha colgado la medalla de plata en el Campeonato de España para pacientes de la misma

Manolo posa con una pala y con sus medallas de plata del pasado lunes y la de bronce de 2024.
Manolo posa con una pala y con sus medallas de plata del pasado lunes y la de bronce de 2024. | Vicente Alonso

Cuando era joven, Manolo López se enganchó al tenis de mesa junto a su hermano Pepe. Orihundos de Crecente, incluso vendieron rifas para recaudar fondos y comprar una flamante mesa que instalaron en el instituto. Horas y horas pala en mano se sucedían. Momentos, entonces mundanos, se volvieron inolvidables con el tiempo. Pero todo pasa. Llegó la Universidad, el trabajo, la familia, instalarse en Vigo… La falta de tiempo mató una afición que ambos se prometieron resurgir cuando se jubilasen. Pero una nefasta compañera apareció en la vida de Manolo en 2016. Le habían diagnosticado la enfermedad de Parkinson. “Empecé a sufrir temblores y mermas en el movimiento y ahí abandoné un poco la idea de jugar”, reconoce el protagonista, que ahora tiene 63 años y se ha reencontrado con su anhelado ping pong en enero del año pasado.

La culpa la tiene un libro. El periodista Javier Pérez de Albéniz escribió “Los reveses” para contar su historia con el Parkinson y con el tenis de mesa. Fue el primer paso. Manolo encontró el empujón que necesitaba. Dentro de que prácticamente toda actividad deportiva está indicada para el tratamiento de esta dolencia, el ping pong tiene una incidencia realmente positiva en cuanto a la mejora del movimiento, el control cerebral y los reflejos. La decisión estaba tomada. Acompañado de su hermano, dio con el Always TM en Mos. “Nos dijeron que podíamos entrenar allí”, recuerda. En esa nueva casa encontró también a José Manuel, un porriñés, también enfermo de Parkinson y también apasionado por este deporte. “Contactamos con él y ahí nos embarcamos”, explica el vigués, que desde entonces alterna los entrenamientos allí con el Círculo Recreativo de Porriño.

“El tenis de mesa ralentiza los síntomas e incluso provoca la regresión de alguno de ellos” — Manolo López - Paciente de Parkinson y jugador de tenis de mesa

Los efectos positivos del ping pong en la sintomatología de esta dolencia neurológica quedan de manifiesto con la proliferación de campeonatos para pacientes. En España empiezan a ser notables, pero en países como Alemania llevan años instalados y con una participación masiva. El estímulo competitivo había llamado a la puerta de Manolo, que se propuso volver a ser aquel chaval de Crecente pegado a la mesa de su instituto. Despertó dentro de él algo que llevaba más de 40 años dormido. “Han vuelto algunos golpes de cuando era joven”, desvela. Como andar en bicicleta.

La bola fue creciendo y creciendo. Cada entrenamiento, cada partida, cada campeonato. La ilusión de Manolo florecía. A partir de ella, su juego mejoraba. Y, más importante, su salud también lo hacía. “He recuperado algunos movimientos”, subraya. “Ya lo dicen todos los especialistas: el tenis de mesa ralentiza los síntomas e incluso provoca la regresión de alguno de ellos”, enfatiza el vigués.

El vigués posa sentado en un banco del parque de la Seara.
El vigués posa sentado en un banco del parque de la Seara. | Vicente Alonso

Total, que con ese impulso se apuntó al Campeonato de España para enfermos de Parkinson, que en abril de ese 2024 celebraba su primera edición en Guadalajara. “Sorpresivamente, quedé tercero”, explica. Un año más tarde, el vigués mejoró sus prestaciones y el pasado lunes se llevó la medalla de plata en Alcobendas. Esta segunda edición contó con 74 jugadores. Nada mal. “Conocí gente de clubes de Canarias, de Catalunya, de Tomelloso, Talavera, varios de Madrid... Hicimos una peña bastante buena de amistades”, explica Manolo sobre lo verdaderamente importante. “Tenemos un grupo de whatsapp en el que intercambiamos experiencias personales, adelantos científicos, los torneos que surjan”, añade. “Es una experiencia muy enriquecedora”, remarca.

“El primer efecto positivo es disfrutar: cuando juego, me olvido de que tengo Parkinson” — Manolo López - Paciente de Parkinson y jugador de tenis de mesa

Pero la participación de Manolo en competiciones no se queda solo en España. El año pasado disputó el Mundial de Metz, en Francia. Concluyó entre los 14 primeros de su categoría y gozó de una vivencia fantástica con enfermos de Parkinson de todos los rincones. Tanto, que repetirá este año y en noviembre acudirá al que se celebra en Suecia. También ha jugado en Alemania. Conocer mundo es la otra arista positiva de su reencuentro con el tenis de mesa. “Llegamos al acuerdo con José Manuel y nuestras familias de que vamos a los campeonatos, pero también hacemos turismo”, explica. “No va a ser todo quedarnos en los pabellones”, bromea.

De alguna manera, el tenis de mesa se ha convertido en el compañero deseado para hacerle frente al indeseado. “El primer efecto positivo es disfrutar”, remarca Manolo. Y hace bien. Porque, por suerte o por desgracia, sufrir una enfermedad neurológica degenerativa es compatible con ser feliz. Y él lo demuestra. “Cuando juego me olvido de que tengo Parkinson”, proclama el subcampeón de España, que agradece a su pasión por permitirle “gozar del día a día, conocer gente nueva, sociabilizar” y, en definitiva, hacer el trance más llevadero. “Es un hobby que se ha convertido en una terapia y en una ayuda para mejorar físicamente en los síntomas de la enfermedad, pero también psicológicamente para ayudar a sobrellevarla”, concluye con entereza y con ganas de seguir encarando los reveses de su vida. Con el Parkinson sobre la mesa.

Un taller en Mos y la falta de espacio en Parkinson Vigo

La Asociación Parkinson Vigo trabaja diariamente y sin ánimo de lucro para ayudar a los pacientes de esta enfermedad en todo lo que puedan. Hace algo más de un mes, mediante el Always TM de Mos, club de Manolo López, también miembro de la asociación, se organizó un taller de tenis de mesa en las instalaciones de la entidad. La iniciativa resultó un éxito, con varias decenas de participantes. Sin embargo, la falta de espacio en la sede de la asociación impide la colocación de una mesa. “El alcalde prometió hace tiempo que iba a poner otro local”, recuerda Manolo.

Es una actividad beneficiosa, pero no la única

Hay numerosos estudios que apuntan al tenis de mesa como uno de los deportes más beneficiosos para ralentizar los síntomas del Parkinson en cuanto a coordinación, movilidad y reflejos. En España, por ejemplo, el Hospital de La Princesa, en Madrid, está desarrollando un programa con 24 pacientes que juegan dos veces por semana durante seis meses. Pero, los beneficios del ping pong no son los únicos que pueden explorar los pacientes. La actividad física en general está indicada para esta enfermedad y, dependiendo de la sintomatología, puede ser más recomendable una que otra. Además, la realidad virtual aparece como una gran aliada en las terapias físicas. Se está probando en varios programas y con resultados esperanzadores en varios de ellos.

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