'No tuve ningún contacto con el Barcelona'

Luis Enrique negó que hubiese negociado su salida hacia el conjunto culé, calificó de rumor tal posibilidad y se declaró 'muy contento' de su realidad en Vigo

Los últimos cuatro días, Luis Enrique Martínez se ha pasado el tiempo oyendo ecos de que podría ser el nuevo entrenador del Barcelona pero sin darle apenas importancia y sin perder un solo segundo ni en intentar confirmarlo, mediante contactos con el club culé, ni en desmentirlo.

santi alonso. vigo deportesad@atlantico.net

Publicado: 24 jul 2013 - 01:36 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:27

El técnico celeste, Luis Enrique Martínez, dio ayer en Melgaço su primera rueda de prensa desde que empezó a trabajar con el equipo vigués.
El técnico celeste, Luis Enrique Martínez, dio ayer en Melgaço su primera rueda de prensa desde que empezó a trabajar con el equipo vigués.

Ésa es la verdad del asturiano, que ayer habló por primera vez desde su presentación como técnico del Celta y negó tajantemente haber mantenido cualquier tipo de consersación con la entidad blaugrana para hacerse cargo de su banquillo.

Sereno, bienencarado, dominando el escenario, sin rehusar ninguna pregunta y con un discurso raudo, Luis Enrique fue tajante: 'Por parte del club –del Celta– y por mi parte no ha habido ningún contacto, simplemete rumorología y noticias que salen. Cosas a las que desde dentro del club hemos estado ajenos durante toda la semana y seguimos con la misma idea de preparar nuestra temporada'. Y punto.

Y seguido. Porque el asturiano defendió que no era su papel detener el flujo de información desde Barcelona que lo sentaba en el banquillo culé. 'No me tengo que plantear nada porque en el fútbol y en la vida no se vive de palabras sino de hechos. Y los hechos son los que son y además estoy encantado de que sean éstos. Hablar de supuestos o hipótesis no deja de ser algo utópico. Yo me centro en la realidad, que es la que vivo y que además es la que quiero vivir', resaltó.

En este sentido, el máximo responsable técnico celeste apuntó que desconoce si la incertidumbre vivida en estos días afectó al celtismo: 'No sé si la afición estaba nerviosa. En ese sentido, me aislo un poco de lo que se rumorea, aunque en este caso era imposible porque me llamaba gente de mi entorno, familiares y amigos. Pero no ha tenido por qué estar nerviosa. A los jugadores no los he visto nerviosos, todo lo contrario'.

En cualquier caso, no negó que verse relacionado con el Barcelona no le desagradó en absoluto. 'Al Barça le estaré eternamente agradecido porque tuve la oportunidad de jugar ocho años allí y porque fueron de los primeros en confiar en mí como entrenador. Que a uno lo relacionen con un club de esta magnitud y de este nivel es siempre un halago. Pero la gente que somos profesionales dentro del fútbol nos ceñimos a lo que es la realidad, a los hechos, no a las palabras o a los comentarios'.

Incidiendo en esta línea, Luis Enrique Martínez negó que le hubiese molestado lo que él mismo calificó de rumorología en torno a su persona. 'Ni mucho menos, sólo faltaría –aclaró–. Luego le das al botón del 'off' o del 'on', si quieres enterarte de más o de menos y en mi caso casi siempre es el del 'off'. Me centro en la realidad del día a día entrenando con mi equipo'.

Desde el vestuario culé, en las últimas horas el capitán Carles Puyol había valorado de forma positiva la posibilidad de que Luis Enrique llegase al conjunto blaugrana. El aludido se mostró satisfecho, aunque puntualizó que 'la mayoría son ex compañeros. Es normal cuando has vivido una etapa profesional con alguien y guardas buenos recuerdos. Pero los jugadores, en todos los equipos, son listos y tienen que saber adaptarse. Eso sí, siempre es más agradable que hablen bien de uno que lo hagan mal'.

Por último, preguntado sobre si creía que la llegada del Tata Martino al Barça se debía al apoyo de Leo Messi, comentó que 'son cosas que no entro a valorar. Estoy seguro de que si el Barça lo ha escogido es porque es un gran entrenador, porque tiene un nivel alto y es una persona adecuada para el cargo. Y yo, como culé, le deseo que tenga la mayor de las suertes'.

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