“Nadie tiene derecho a exigirme una medalla”

Javier Gómez Noya (Basilea, 1983) es uno de los máximos candidatos a la medalla de oro en el triatlón de los Juegos de Pekín. El 19 de agosto partirá como principal favorito a la victoria y al ferrolano, nacido en Suiza, no le pesa la presión. ‘Prefiero llegar como favorito a ser el tapado, eso significa que lo he hecho bien’, asegura en una entrevista concedida a Atlántico. Venció en la Copa de Europa disputada el pasado sábado en Pontevedra a pesar de tener fiebre y de sufrir un pinchazo, y ahora apunta al Europeo de Lisboa y a la Copa del Mundo en Madrid. Después, a pensar sólo en China.

antonino garcía

Publicado: 25 abr 2008 - 14:03 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:31

Gómez Noya, el miércoles en el Centro de Tecnificación de Pontevedra. foto: raquel
Gómez Noya, el miércoles en el Centro de Tecnificación de Pontevedra. foto: raquel

—¿Ya está recuperado del esfuerzo del fin de semana pasado en la Copa de Europa?

—Sí, aunque no fue una carrera con mucha exigencia física ni muy rápida, en cambio fue muy dura por las condiciones exteriores. El frío, la lluvia, el agua helada del río... todo ello me acrecentó el pequeño catarro que tenía. Ahora ya estoy mejor, pero estuve varios días tocado.

—¿Fue más duro de lo esperado, no está acostumbrado a competir en esas condiciones?

—Más complicado de lo habitual. Si hubiera estado en otro sitio no habría corrido, pero aquí con toda la gente que había, que se esforzó en montar la prueba, todos los medios de comunicación pendientes de mí... Me apetecía.

—Ganar en Pontevedra era una de las citas del año que estaba marcada con letras mayúsculas.

—La competición en sí no es que tuviese demasiada importancia, es más relevante una prueba de la Copa del Mundo, el Mundial o el Europeo, pero era la primera carrera internacional que se celebraba en Galicia y me hacía mucha ilusión ganar aquí, hacerlo delante de mi gente. Se consiguió, aunque con más dificultades de lo previsto, por el tiempo, el pinchazo, pero se logró. Suelo correr fuera, donde el público te anima, aunque no de la forma que me pasó aquí, en mi tierra. También quiero agradecérselo a todos los que me apoyaron, era un día muy malo y eso tiene mucho valor.

—¿Cree que Galicia ya está preparada para acoger una cita de la Copa del Mundo?

—Creo que sí. Si hay voluntad por parte de los organismos, Concello, Xunta y federaciones, se puede conseguir, porque ya se ha visto que el público responde y el circuito es apropiado. Quizás habría que cambiarlo de fecha para no arriesgarse con la meteorología.

—¿Prefiere no pensar hasta el momento en Pekín o ya está en el punto de mira?

—Pekín está ahí siempre en la mente, pero lo pensaré más adelante cuando tenga que realizar la preparación más específica. Ahora tengo tres carreras importantes. Lo más inmediato es el Europeo, el próximo 11 de mayo en Lisboa, después me toca la prueba de Copa del Mundo en Madrid —líder tras ganar en Australia y Nueva Zelanda— y luego el Mundial. Estoy en una fase complicada, debemos entrenar bien para la cita de Portugal porque después se encadena una competición tras otra. Tras el Mundial, tendré un pequeño descanso y luego sí me centraré definitivamente en los Juegos.

—¿Cómo es el circuito de Pekín?

—Ya competí allí en dos ocasiones, en pruebas de la Copa del Mundo y el año pasado tuve muy buenas sensaciones y gané la carrera, de las mejores del año. Pero ambas fueron en el mes de septiembre, a finales, y no hacía demasiado calor, seguro que en agosto hará más. Ya veremos cómo lo superamos.

—¿Quizás sea el calor lo que le impone más respeto, incluso más que sus propias piernas o de la contaminación de la que tanto se ha hablado?

—El principal rival a batir son el resto de competidores, los otros 54 triatletas que estarán en la salida, eso seguro. Sobre la contaminación se ha hablado muchísimo, por la experiencia que tengo de las dos veces que he estado allí, sí que es verdad que siempre está esa nube encima de la ciudad que impide ver el sol, pero ni yo ni ninguno de los que estábamos tuvimos ningún tipo de problema respiratorio. También es cierto que el circuito está a unos 40 kilómetros del centro y eso lo mantiene más limpio.

—¿Será necesario viajar con tiempo para adaptarse al cambio de clima?

—El calor sí me preocupa porque hay unas temperaturas muy altas y un nivel de humedad también elevado, así que en una competición tan dura, que se prolonga durante dos horas, es complicado. La idea es realizar la aclimatación tres semanas antes en Corea, porque Pekín tampoco es un buen sitio para entrenar. Estaremos a una hora de avión en un centro de rendimiento muy bueno.

—¿Empieza a notar ya la presión de los medios, la gente y el entorno a medida que se va acercado el momento?

—Sí, ahora todo es diferente. Lo que haces tiene más repercusión y está todo el mundo más pendiente. Me dan como medalla seguro, pero eso a mí, sinceramente, me importa poco. Yo soy el primero que quiere ganarla y ese es mi objetivo, voy a prepararme lo mejor posible para llegar bien. Pero igual que me preparo para el Mundial de 2’, que también me ilusiona, aunque está claro que el 2’ no tendrá repercusión y el 2008, sí. Se acuerdan poco de nosotros en el ciclo olímpico, así que creo que nadie tiene derecho a exigirme una medalla. Soy el primero al que le interesa quedar bien y voy a darlo todo.

—¿Se considera favorito a la medalla de oro?

—Soy uno de los favoritos, eso lo tengo claro, pero hay otros diez con grandes opciones. Una prueba como el triatlón, de un día, no sólo gana el más fuerte, sino el que también está mejor tácticamente, saber saltar a las escapadas buenas, ser frío cuando haga falta, intentar reservar, dosificar... hay que actuar muy bien a nivel estratégico.

—¿No le importa llevar esa etiqueta de rival a batir?

—No, eso es buena señal. Prefiero llegar a Pekín después de haber ganado varias carreras y por lo tanto ser favorito, a presentarse allí después de no haber hecho nada en todo el año. Si vences carreras, llegas con más seguridad y crees que puedes ganar esa también. Si lo hiciera después de quedar 25 en el Europeo o hacerlo mal en la Copa del Mundo, igual tienes más dudas y lo ves más difícil. Sin duda, me gusta más ser favorito que el tapado.

‘Debo mejorar los segmentos de bici y carrera, el nivel de la natación ya es suficiente’

—¿Cuáles serán los hombres que le puedan arrebatar el triunfo, quién está más fuerte?

—Ahora, a primeros de año ha demostrado estar muy fuerte Kahlefeldt, el australiano que va segundo en la Copa del Mundo. También Tim Don es un hombre con mucha experiencia, los alemanes, sobre todo el campeón del mundo, Daniel Unger, que me venció el año pasado en Hamburgo, aunque ahora se está reservando. Los franceses tienen un equipo muy bueno y probablemente trabajen en equipo para romper la carrera.

—¿Qué segmento debe mejorar de cara a los Juegos de Pekín?

—Creo que los tres se pueden ir mejorando, aunque quizás la natación no me interese, simplemente nadar al mismo nivel sea suficiente. Hay que trabajar mucho la bici y la carrera, cada vez cuesta más mejorar, pero todavía hay margen y debemos ir subiendo. Es necesario ser muy completo para estar preparado para una carrera rápida y ganar cualquier triatlón.

—Su temporada está siendo increíble, ha ganando dando muestras de mucha autoridad.

—Sí, estoy muy orgulloso de algunas de las carreras que he ganado, estando a un gran nivel, aunque también soy consciente de que he tenido que darlo todo y rendir al máximo para vencer. La diferencia entre ser primero o quinto es muy poca, mínima, por lo tanto no te puedes confiar ni relajar. En los Juegos partes de cero, estás allí, en el pontón, y da igual que hayas ganado miles de carreras antes.

—Un pinchazo como el del otro día en la Copa de Europa de Pontevedra significaría decir adiós a las medallas.

—Posiblemente, a no ser que tengas el punto de cambio cerca y los de delante se paren un poco para poder volver a entrar. Un pinchazo, normalmente, significa estar fuera de la lucha.

—Gómez Noya, Cal, Echávarri, Paz... ¿está el deporte gallego en su mejor momento?

—Si evaluamos sólo los Juegos, quizás sí, pero para decir eso habría que fijarse en la base, cuántos chavales hacen deporte y cómo crecen las licencias. Está claro que tanto David como Fernando o yo tenemos opciones de medalla y eso es ilusionante para la gente.

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