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Por unas felices fiestas
La Semana Santa de Miguel Méndez (Vigo, 1967) fue tan inesperada como gloriosa. Tras quedarse fuera de la Euroliga y de la Copa otomana, el Fenerbahçe le presentó la tercera oferta en año y medio el Domingo de Ramos. La aceptó, llegó a Estambul el martes y ganó tres partidos seguidos al Mersin para proclamarse campeón de Liga en seis días de pasión turca que durará, al menos, otra temporada. Todo esto, compaginado con el cargo de seleccionador español.
¿Cómo está tras la vorágine?
Estresado (se ríe). Viajé a Zaragoza para ver la 'Final 6' de la Euroliga, pero también a dar un clínic. El domingo recibí la oferta del Fenerbahçe y el miércoles empezaba la final liguera. Volví a Vigo el lunes a las 18:00 y el martes a las 6:30 me cogí un avión a Madrid para enlazar hacia Estambul, entrenar esa tarde y debutar al día siguiente.
No sé si tenía vacaciones de Semana Santa, pero seguro que no eran irse a Estambul a ser campeón.
Pues teníamos una ruta por Fisterra y, de hecho, fue mi familia sin mí. Venirme a Estambul no entraba en los planes.
No hubo tiempo para pensarlo.
El que había lo utilicé, sobre todo, para llamar a casa. La respuesta de mi mujer y mis hijos fue como siempre. Son los primeros que se animan. Fue muy fácil. A partir de ahí, venir aquí con toda la humildad del mundo y ayudar a que las jugadoras tuvieran una respuesta.
"El club me ofreció hacerme cargo el año que viene, pero me pidieron venir a ayudar en la final porque la situación del equipo no era buena"
Fue una apuesta fuerte.
Para ser sincero, me ofrecieron hacerme cargo el año que viene. Pero me dijeron si podía venir a ayudarles en la final porque la situación en el equipo no era buena. Contra Mersin perdieron la semifinal de Copa por 20 puntos hace un mes. Ese resultado hizo más daño que la Euroliga. El equipo estaba un poco desconectado del cuerpo técnico y pensaron que hacía falta un cambio para ganar la Liga. Algo que me gustó es que si veía muy difícil tratar de ganar la final con un solo entrenamiento, me mantenían la oferta para el año siguiente. Lo que quiere decir que tienen mucha confianza en mí. Sabiendo que era muy complicado, conocía varias jugadoras que tuve en Ekaterimburgo y a las otras, aunque no las hubiera entrenado, también las conocía.
Imagino que no hay problema para compaginar con la selección.
El cargo de seleccionador es compatible con entrenar clubes, incluso en España. Igual que te digo que es la tercera vez en año y medio que Fenerbahçe viene a buscarme y que otros clubes en Italia y Francia han preguntado, en España no he tenido ninguna posibilidad de trabajar en un momento que incluso me interesaría trabajar cerca de casa.
“Ha sido un desafío excitante porque es algo que no había hecho nunca; todo sucedió muy rápido”
¿Cómo se prepara un entrenador con tan poco margen de tiempo?
Lo primero, pedir información interna, que es lo que no tiene la gente que está fuera de los equipos. En el viaje Zaragoza-Vigo y, sobre todo, en el de Estambul vi muchos partidos. Me enviaron el libro de sistemas para valorar qué podíamos seguir utilizando. Porque plantear muchos cambios para el primer partido con un solo entrenamiento es muy difícil. Fue una sesión tipo clínic, corrigiendo sobre la marcha. Pero, al mismo tiempo que es muy complejo hacer modificaciones, yo sí quería meter cosas mías. Normas básicas de lo que yo creo que es el juego. Que las jugadoras sepan que todas vamos a jugar a lo mismo y que eso lo decide el entrenador, que soy yo.
¿Cómo levantó anímicamente a ese vestuario?
Marcando rápidamente el camino para llegar al objetivo grupal, que era ganar el campeonato. Tratar de unir las metas individuales para lograr la colectiva. Hay muchas formas de jugar bien al baloncesto, pero lo importante es que todo el equipo juegue a lo mismo. Y el encargado de marcar esa manera es el entrenador. Quería ponerlo todo en sus manos porque son las encargadas, pero no quería eludir la responsabilidad de decidir el estilo. Fue un trabajo con una parte mental muy importante, muy de reflexión y cognitiva. Seis días pensando en cómo ayudarlas. Fue un desafío muy chulo y excitante porque es algo que no había hecho nunca. Sucedió todo muy rápido, priorizando unas cosas sobre otras y dándole mucho al coco.
Supongo que es algo más fácil con una plantilla de tanto nivel.
Es verdad que es buen ‘roster’, pero también que jugamos contra un equipo que perdió por pocos puntos la final de la Euroliga contra Praga y que hace un mes nos ganó por 20 y nos eliminó de la Copa. Y nos hemos llevado la serie por 3-0. El equipo ha dado un paso adelante muy importante y aquí valoran mucho el cambio que han pegado las jugadoras en estos días.
¿Es el Fenerbahçe tan gigante como parece desde fuera?
Me he encontrado un club con una magnitud enorme. No me ha sorprendido porque ya lo conocía. No deja de ser una institución dentro del deporte europeo. Es un equipo ganador, con mucha presión, en el que no vale ser segundo. Aquí me he encontrado un Barça en el sentido de que tienen secciones de casi todos los deportes. Boxeo, remo, tenis de mesa, atletismo, natación, voleibol, fútbol, baloncesto... De todo. Las instalaciones son propias, con un pabellón tipo WiZink en propiedad con su aparcamiento, su restaurante y demás. Todo ubicado en un barrio que es más grande que Vigo.
¿Y ahora qué viene?
Hoy mismo (por ayer) nos reunimos con el director general para trabajar en pretemporada y plantilla del año que viene. También estoy invitado al partido de Euroliga del equipo masculino. Tengo dos días más aquí y vuelvo a casa el miércoles (por mañana). Hay trabajo de selección que hacer. Empiezan ya los play-offs de Liga en España, tengo que estar en contacto con las jugadoras y seguir preparando concentraciones, partidos amistosos y otras cosas.
"Ser seleccionador es compatible con entrenar clubes, incluso en España; pero no he tenido ninguna posibilidad de trabajar en la Liga"
El fin de semana no fue completo con el descenso del Celta.
En el hotel de Mersin, me conecté al partido, aunque no hubo mucha historia; me pasé al de Araski, que tampoco la tuvo; y acabé comiéndome las uñas con el encuentro de Lugo, en el que el Ensino compitió muy bien sin jugarse nada. Fue un cara o cruz. La verdad es que es una lástima. Intercambié mensajes con Cris (Cantero), con Carlos (Colinas) y con el presidente (Carlos Álvarez). Les di mi apoyo como vigués, como celtista y como seleccionador nacional. Igual que pienso que es una decepción, ellos tienen mucha experiencia y ya están analizando lo bueno y lo malo sucedido durante el año. Es un club con una estructura y una base muy potentes y bien apoyado por las instituciones. Esperemos que pueda volver cuanto antes.
Renunció en la Virtus por varios motivos, uno de ellos, una situación personal. ¿Ahora está todo en orden?
Las cosas no fueron como me dijeron en Bolonia. Habíamos hablado unas cosas con el director general y al llegar allí, el presidente y el vicepresidente, que eran los que mandaban, me dijeron algo diferente y preferí ni empezar. Seguramente no podré elegir donde entrenar, pero lo que sí puedo elegir es donde no quiero entrenar. Por eso rompí el contrato. Y en cuanto a las situaciones personales, cambian con el tiempo y ahora todo se da para que pueda volver a trabajar en un club al mismo tiempo que en la selección.
“El descenso del Celta es una lástima; le di mi apoyo como vigués, celtista y seleccionador nacional”
Y por lo que se ve, con la misma motivación que en estos 25 años con títulos en España, Italia, Rusia y ahora Turquía.
Es que la motivación depende en gran parte de la educación y de los valores que has tenido desde niño. Yo siempre he mirado hacia adelante. Ya tengo 58 años y he aprendido que el día a día es donde hay que enfocarse. Cuando empecé a entrenar, nunca pensé que iba a estar en cuatro países diferentes y ganar títulos en todos ellos y en cinco equipos distintos, con lo complicado que es. Cuando acabe mi carrera, que espero que sea dentro de unos cuantos años, ya habrá tiempo de mirar atrás y de hacer una valoración. Por ahora estoy contento, me siento muy afortunado de haber podido trabajar en los mejores clubes europeos y estoy muy agradecido a todas las personas que me han ayudado a llegar hasta aquí.
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