Un Miguel Baeza decreciente

Hay cuatro futbolistas que no se han perdido ni una de las convocatorias del Celta en lo que va de temporada, las 27 de Liga y las dos de Copa del Rey antes de la eliminación. Un póker de jugadores no afectados por lesiones y que todavía no han tenido que cumplir partido de sanción alguno. De ellos, el único que es un fijo en el once inicial es Néstor Araujo, que lleva nada menos que 12 jornadas esquivando la quinta cartulina amarilla, que acabará por caer tarde o temprano. Cuando suceda, el trío que mantendrá esa condición de perenne, ayudada por su no inclusión habitual entre los once elegidos, es el formado por el portero Iván Villar –ahora sí en primer plano por la lesión de Rubén Blanco–, el centrocampista Fran Beltrán –uno de los recursos más empleados para cualquier ausencia o reemplazo durante el partido en el centro del campo– y el volante Miguel Baeza.

Para el cordobés, que en cuestión de 10 días cumplirá 21 años, el partido de este sábado en Balaídos no será uno más dentro de su primera temporada en la élite. Porque se puede enfrentar al club en el que se formó desde que apenas contaba 12 primaveras. Cierto es que el duelo no llega en su mejor momento personal. No es titular desde el 0-4 ante el Villarreal del pasado 8 de enero, cuando fue sustituido al descanso, y de los últimos siete partidos, coincidiendo con la llegada de los refuerzos invernales, apenas ha participado en dos: contra el Elche un minuto y contra el Valladolid 33. En este tramo de segunda vuelta acumula ya más encuentros sin minutos (cinco) que en toda la primera (cuatro).

Baeza es una apuesta de futuro y, como tal, no alarma su baja participación. De hecho, hasta la fecha no ha encadenado nunca más de dos partidos sin jugar. Una circunstancia que puede darse este sábado si Eduardo Coudet no le permite medirse en el campo al club de su vida, el Real Madrid.n