Mariño pierde con honores en octavos

María Mariño logró al otro lado del mundo uno de sus mejores resultados en una Copa del Mundo de florete, amparado en una actuación de lo más consistente. La tiradora de El Olivo alcanzó los octavos de final en la cita de Busan, en Corea, y solo la italiana Anna Cristino, número 4 del mundo, pudo apartarla de seguir escalando hasta instancias todavía más importantes.

La viguesa cedió ante la transalpina por 15-7 en un envite en el que mantuvo alguna opción hasta la mitad del enfrentamiento. Ahí salió a relucir la calidad de la italiana, que se impuso para ceder a continuación, en cuartos, frente a la japonesa Yuka Ueno, que a su vez había batido a la otra española en el cuadro final, Teresa Díaz, en primera ronda.

Una sensación agridulce para Mariño, que ha completado una actuación de lo más consistente. En las poules -fase previa- ganó sus seis combates, lo que le permitió quedar exenta de la primera eliminatoria. En treintaydosavos de final se impuso a la nipona Rino Nagase (15-10). Luego, en dieciseisavos, derrotó a la estadounidense Anne Kleibrink. El techo de cristal que le impidió seguir avanzando lo puso Cristino en el siguiente escalón.

Otra italiana, María Batini, se llevó la victoria definitiva. Y con claridad. Batió por 15-3 a Ueno para proclamarse campeona en la ciudad coreana.

Esta madrugada se celebró la competición por equipos. Mariño y sus compañeras tienen buenas expectativas para un formato en el que han mejorado sustancialmente. No en vano, España ganó el bronce en el Europeo de este año, celebrado hace solo unos meses en la ciudad italiana de Génova.