Malestar en Tercera por no unificar la penúltima jornada

Pese a ser una categoría estatal, la Tercera Federación masculina no se siente tratada como tal. Concretamente, en el seno de los tres representantes del área de Vigo -Gran Peña, Valladares y Alondras, todos con los objetivos en el aire- hay cierto malestar porque la penúltima jornada de la competición, a disputarse este fin de semana, no va a tener un horario unificado, que queda reservado a la última. Un agravio comparativo con tres categorías que acaban de llevar a cabo los partidos previos a su desenlace con el mismo horario: la Segunda Federación (domingo a las 12:00), la División de Honor Juvenil (domingo a las 16:30) y la Tercera Federación femenina (domingo a las 12, a excepción de dos partidos sin nada en juego, que se pasaron al sábado).

En el caso del Alondras, que lucha por el play-off con el Arosa, hay una diferencia de media hora. Los cangueses reciben al Arteixo el sábado a las 16:30 y los vilagarcianos visitan al Silva a las 17:00. El Noia, que mantiene opciones, todavía no ha puesto el horario de su encuentro contra el Polvorín.

Más acusado es el desfase horario en el caso del Valladares y el Gran Peña, que competirán por la permanencia con casi 24 horas de separación. El cuadro albiazul visita al Estradense el sábado a las 19:00 y el de Lavadores recibe al Villalonga el domingo a las 18:00 en duelo directo clave. Además, el Racing Villalbés-Barbadás se celebra el domingo a las 19:00 y el Viveiro-Betanzos, a las 17:30. Son situaciones que pueden resultar beneficiosas o perjudiciales en función de los resultados. Lo único cierto, objetivamente, es que no son justas. Sobre todo, si se compara con categorías similares como las tres mencionadas, con las dos últimas jornadas unificadas.

Otro aspecto que no gusta, sobre todo a Valladares y a Gran Peña, es que el Villalonga-Betanzos aplazado el pasado 9 de marzo se vaya a jugar mañana. El conjunto de Sanxenxo está metido de lleno en la lucha por la permanencia y el betanceiro descendido. Además, el cuadro coruñés se mide el domingo a un Viveiro que también está en el lío, con solo tres días de descanso. Son condicionantes que no agradan, pero que los tres equipos, en ningún caso, emplean como excusa. Todos asumen su responsabilidad.