El imperio rojo continúa

TRAINERAS

Cabo da Cruz revalidó sus títulos en el Campionato de Galicia de traineras, que se disputó en Moaña y en el que Chapela fue plata en mujeres y Samertolameu bronce en hombres

Publicado: 25 jul 2022 - 23:52 Actualizado: 26 jul 2022 - 11:12

Cabo da Cruz tomó la baliza de tierra con una renta de diez segundos sobre Chapela en el autonómico de traineras.
Cabo da Cruz tomó la baliza de tierra con una renta de diez segundos sobre Chapela en el autonómico de traineras.

Rodillo. Imperio. Trituradora. Similar al Jumbo Visma del pasado Tour de Francia, al Sky de Chris Froome, al pertiguista Armand Duplantis o al Barça de los mejores años de Guardiola, Messi, Xavi e Iniesta. Cabo da Cruz significa, en el remo gallego actual, la auténtica hegemonía y lo demostró una vez más ayer en el Campionato de Galicia de traineras disputado en Moaña. Victoria para la embarcación femenina que sumó el tercer título consecutivo y es el quinto en la última década. Cifras que parecen insignificantes comparadas con los números de la trainera boirense de hombres. Ayer, en Moaña, obtuvo el quinto título consecutivo, que es el octavo en las últimas nueve temporadas. Una dinastía casi inabordable.

Todo ello lo consigue el club de Boiro con un extraordinario trabajo de base, al ser una gran referencia deportiva en O Barbanza, que le permite renovar las tripulaciones y, también, disponer de una afición entregada que se mostró en jornadas como la de ayer en un muelle de Meira que vivió una tarde grande, que recordó a épocas pasadas cuando el deporte de la trainera era una auténtica devoción. En parte, lo sigue siendo en Boiro porque el color rojo pudo considerarse mayoritario y, si no lo fue, sería por poco. En este ambiente extraordinario, se vivió una regata con lo mejor del remo autonómico y que comenzó con la enésima batalla de la temporada entre Chapela y Cabo da Cruz. En un campo de regatas con cuatro balizas y con cinco participantes se optó por realizar dos tandas lanzadas y se aisló al barco boirense y a la “Arealonga” para vivir un vistoso duelo, que tuvo poca historia porque las redondelanas ofrecieron poca oposición ayer.

El viento, mediada la tarde, soplaba con fuerza de norte y eso en Meira significa de tierra al mar, de forma que ensucia mucho el mar. Impulsado por Eolo, las traineras llegaron a la baliza exterior sólo separadas por tres segundos, pero el regreso tendió al infinito con las traineras rozando los siete minutos contra el viento. Una eternidad en la que Cabo da Cruz rompió la regata al llegar con diez segundos de renta al ecuador de la prueba. En ese instante, ya estaba decidido el certamen autonómico. La distancia superó el medio minuto al término de la prueba con tiempos superiores a los 24 minutos. Un desgaste extraordinario. Mugardos-A Cabana obtuvo el bronce por delante de Rianxo y Tirán Pereira, ya que la “Mar do Con” estuvo lejos de un buen rendimiento. Estuvo a 40 segundos del bronce.

A continuación, llegó el momento de la categoría masculina con un viento que fue cayendo hasta terminar en una ligera brisa y, curiosamente, en la dirección opuesta al comienzo de la tarde. En todo caso, la incidencia fue menor en la manga de honor, pero sí que obligó a los barcos a cambiar los planes de ‘remada’ sobre la marcha para adaptarla a las diferentes condiciones. Y, además, dejó sin opciones a los botes de la tercera tanda, que bogaron con más viento. También es cierto que su nivel es mejor.

Cabo da Cruz y Ares, en su tercera regata en tres días consecutivos al competir en la ACT, mandaron desde los primeros metros para llegar a la baliza inicial en las dos primeras plazas. El barco de Boiro lo hizo un segundo antes que el coruñés, mientras que Bueu y Samertolameu se centraron en pelear por entrar en el podio. El premio mayor para las traineras de la Liga Galega ayer.

Los remeros del imperio rojo tardaron en romper la regata. En el ecuador de la misma todavía se mantenía con opciones Ares, a tres segundos de su oponente, pero ahí terminó su resistencia. Más emoción había en el duelo entre la “Maruxía” y “A Terca”. Si el día anterior marchó por delante el barco moañés y cedió en el último largo, ayer resultó al revés. Pasó siempre con ventaja la tripulación de José Ferral, pero explotó en el largo definitivo, en el que cedió hasta siete segundos sobre la de Dani Pérez. Podio local en una nueva demostración de fuerza del particular imperio rojo del remo de Galicia: Cabo da Cruz.

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