"Me identifico con el Benfica, ojalá pueda estar ahí toda la vida"

Pauleta, capitana redondelana del Benfica

Publicado: 03 jul 2022 - 23:58 Actualizado: 04 jul 2022 - 12:27

La redondelana posa en el set de Atlántico TV.
La redondelana posa en el set de Atlántico TV.

Cuando Paula Domínguez (Redondela, 1997) juega a la pelota, hay que verla. Y cuando habla, hay que escucharla. Su DNI dice que en agosto cumplirá 25 años. Pero tanto con las botas y el brazalete del Benfica puestos como sentada en el set de Atlántico TV, la sensación es que tiene bastantes más. Con la carrera de Química ya en el bolsillo y absolutamente asentada en Portugal, Pauleta asume con naturalidad que debe servir de ejemplo para tantas y tantas niñas que merecen crecer pensando que la paridad es posible. Y por eso lucha día a día.

¿Da vértigo pensar en esas niñas con una foto suya en la pared?

No lo pienso muy a menudo, pero cuando te paras a hacerlo, sientes que es una responsabilidad muy grande. Pero también una motivación. De pequeña quise tener referentes, verlas en tele y en los periódicos y poder convivir con ellas. Ahora, por suerte yo puedo ser eso para otras e inculcar unos valores a las niñas que están empezando. No hay mejor motivación que esa.

¿Cómo se aprende a gestionar esa responsabilidad?

Con el paso del tiempo. Cuando llegué a Portugal, era una niña de 18 años y no sabía ni qué era ser profesional, ni vivir fuera. Con los años, lo fui entendiendo y aprendiendo a asumir el peso de un equipo tanto dentro como fuera del campo. Esa experiencia es lo que te da el aprendizaje porque yo también fallé e hice cosas mal. Así encontré el camino.

Esas niñas tienen una suerte que seguramente usted no tuvo: un modelo de conducta femenino que pueda abrirles camino.

Exacto. Sí que nosotras teníamos a Vero (Boquete). Pero no había partidos en la tele. El primero más o menos profesional que vi fue uno de la selección española, precisamente, en el Vero Boquete de Santiago. Y ya tenía 17 años. Un ejemplo de aquella realidad. No teníamos referentes en las que fijarnos. Por suerte, eso ha cambiado y las niñas tienen la suerte de vernos en la tele, en los periódicos o en las redes sociales e incluso conocernos personalmente.

Y para las siguientes generaciones. Sus compañeras y usted están escribiendo las primeras páginas de la historia del Benfica femenino.

Es cierto y es algo que nos repiten mucho en el club porque es histórico. Es una responsabilidad porque somos las primeras y eso va a quedar marcado. Con nuestro trabajo, estamos intentando que sea para bien y lo estamos consiguiendo.

Aparte de ser un modelo, también seguir regalando victorias y títulos. Al menos a las benfiquistas. Este año, otra Liga. Cuando ganamos la del año pasado, ya estábamos pensando en revalidarla. No lo escondemos, es lo más importante. Nos da acceso a Champions, que es donde queremos estar, y desde el primer momento queríamos conseguirlo. Tuvimos un principio de temporada ajetreado. Competíamos miércoles-sábado, no conseguimos nuestro mejor juego y se habló de nosotras. Pero en el tramo final no fallamos y ganamos el título que es lo que todos queríamos.

¿Cómo es escuchar en el verde la musiquita de la Champions?

Es increíble. De pensarlo se me ponen los pelos de punta. Era un objetivo claro y este año conseguimos pasar los play-offs y meternos en la fase de grupos. Tuvimos la oportunidad de jugar seis partidos y contra equipazos. Hacer un buen papel contra el Lyon, empatar contra el Bayern, que fue una de nuestras mejores experiencias como club... Nos da mucha información para saber cómo tenemos que trabajar para seguir mejorando.

Hablando de eso, tiene dos años más firmados. ¿La renovación?

Me siento muy identificada con el Benfica y muchas veces comento que ojalá pueda estar toda la vida. Con el fútbol ya se sabe que hoy estás aquí y mañana no lo sabes. Yo no cierro las puertas a nada, pero allí estoy muy bien, identificada con sus valores y además con éxitos deportivos. Es inmejorable.

Y dentro de nada, otra temporada.

Siempre se dice que el Benfica entra en todas las competiciones para ganar. Queremos reafirmarnos como el mejor equipo portugués. Llevamos dos Ligas seguidas y queremos la tercera.

Siempre tiene hambre.

Me sale sola. Siempre he sido muy competitiva y me gusta llevarme a mí misma al máximo. Nuestro proyecto es súper ambicioso y no queda otra. El Benfica es un tren en marcha y si no te agarras, te caes y te quedas atrás.

Son seis años en Portugal ya. Jugando, viviendo, estudiando. Identificación absoluta.

Pues sí. La verdad que estoy muy a gusto allí.

Tanto, que la posibilidad de nacionalizarse y jugar con la Seleçao está ahí.

Quien me dio la oportunidad de ser profesional fue Portugal, así que no se me ocurre mejor forma de agradecérselo que consiguiendo la doble nacionalidad y jugando con la selección.

¿En qué punto está el proceso?

Faltan meses para cumplir los años requeridos. A partir de ahí sería empezar y que se haga posible ese sueño de representar a Portugal.

Falta un año para el Mundial. ¿Se lo imagina?

La verdad que sí. Es que es con lo que todas soñamos. Hace poco lo hablaba con unas amigas y es imposible no soñar con vivir algo así.

Imagino que está todo hablado con el seleccionador.

Hubo contactos. Pero claro, depende de mi rendimiento. Tengo que seguir trabajando y, en el momento que se pueda, adelante.

Siempre desde ese puesto de mediocentro posicional.

Es mi posición favorita. De pequeña jugaba más adelantada y hacía bastantes goles, pero después me fui retrasando. Ya en El Olivo empecé a jugar de 6 y me encantó. Entonces era muy joven para entender lo que requiere esa posición. Pero, a base de trabajo y experiencia, he ido aprendiendo y creo que ya lo tengo interiorizado.

Eso dentro. Fuera siempre se implica en causas justas como el feminismo o los derechos LGTBI. ¿Qué importancia le da a que los y las deportistas se involucren?

Está muy bien comentar esto porque es algo realmente importante. No dejamos de ser ejemplos para la sociedad. A casi todo el mundo le gusta el fútbol, por lo que es normal que se interesen por lo que decimos. Por eso es básico no quedarnos en esa burbuja tan cerrada y salir para transmitir valores que aún no están tan inculcados en la sociedad. Si es lo que siento, por qué no lo voy a mostrar.

Igual que abre camino a una niña en el fútbol, hacerlo también a todos los niveles en busca de la igualdad real.

Es así. Estamos en ello, pero todavía falta mucho. No podemos dejar que nuestro trabajo sea solo jugar porque tenemos una trascendencia hacia el exterior. Mi carrera solo estará completa si, además del fútbol, puedo abrir algún camino para que las niñas que lleguen detrás puedan vivir un poco mejor.

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