Los héroes de aquel ascenso del Octavio de hace casi 50 años

El Academia Octavio está vivo en la memoria colectiva viguesa. Y la familia Rodríguez, sus legítimos creadores, no lo dan por desaparecido, aunque desde hace ya más de cinco años no tiene actividad alguna. Aquel recuerdo se concretará mañana en el pabellón central de As Travesas, habitual escenario de su vida, en un acto de homenaje a los jugadores que en 1975 lograron el primer ascenso del conjunto sénior masculino a División de Honor, antigua Liga Asobal. Fue un nueve de marzo tras ganar en este mismo lugar al Gaztelueta vizcaíno (21-13) con las gradas llenas.

Para desentumecer músculos y memoria, la jornada sabatina comenzará (12:30) con un partido de exjugadores. Y en el descanso se rendirán honores a aquel primer ascenso, con un sencillo recuerdo coordinado por la voz y la presencia del periodista Antonio Estévez, que narró toda la historia del Octavio en directo. Habrá, como es preceptivo, fotografía grupal de recuerdo para la ocasión.

Tras la pista, tocará acudir todos los presentes al restautante O Largo da Costa, donde además de los recuerdos se alimentarán los estómagos. Todo con el recuerdo del Academia Octavio y, especialmente, de su fundador, Octavio Rodríguez, en mente y en corazón.

Pese a su triste final -o parón de actividad-, el Academia Octavio es historia principal del deporte de Vigo. Su ausencia ha generado un vacío en el balonmano en la élite masculina en la ciudad todavía por llenar. La familia Rodríguez, pese a todo, merece ser tenida en cuenta en la memoria colectiva.