El Guardés se embarca hacia lo desconocido

El Guardés se ha acostumbrado a hacer historia durante la última década. Hasta cuando parecía que tocaba declive. Como esta temporada, tan difícil por ser la primera post-Prades, no tener un equipo muy renovado y, sobre todo, por no poder disponer de A Sangriña en toda la primera vuelta. Incluso así, el conjunto miñoto está en disposición de meterse en la primera final continental de su historia y buscará empezar a hacerlo hoy en la pista del Elche (12:00, TVG2).

La semifinal española de la Copa Europea levanta el telón este mediodía junto al palmeral más grande del continente. Cuando el sorteo deparó este enfrentamiento hace cosa de un mes, el favoritismo ilicitano era notable. Pero la situación ha cambiado desde que el Mecalia sucumbió contra las franjiverdes en A Sangriña. Ya entonces, la derrota se dio por un margen exiguo (23-24) y se decidió por detalles. Aquello desembocó en la destitución de Abel González y el nombramiento de Ana Seabra como entrenadora principal. A partir de ahí, cinco victorias consecutivas en Liga y el pase a semis europeas a costa del Madeira. Todo en base a una notable elevación del nivel defensivo -el regreso de Fanny Descalzo ha sido capital en este aspecto-. Tanto es así, que la retaguardia de O Baixo Miño se ha convertido en la mejor de la Liga. Con esa piedra orbital como eje, la portería produce, el equipo corre y el ataque posicional se desarrolla con mayor tranquilidad. Todo fluye.

En otro momento de la temporada, las ausencias de larga duración de Ángela Nieto y Júlia Nuez combinadas con el encadenado de bajas de Pauli Fernández, Nazaret Calzado, Patrícia Lima y Fanny Descalzo habrían supuesto una hecatombe. Ahora no. El Guardés es un bloque compacto, con rendimientos individuales derivados del gran funcionamiento colectivo. Así sucedió en el derbi contra Porriño, sin la central lusa ni la especialista defensiva valenciana.

Hoy estarán ambas en la pista. Lima sale de un esguince de tobillo, pero está lista para echar una mano a sus compañeras el tiempo que haga falta. En el caso de Descalzo, un inoportuno proceso gripal con fiebre la apartó del derbi, pero no lo hará de la cita continental de esta mañana.

Así pues, Ana Seabra podrá disponer de todos sus efectivos a excepción de Ángela Nieto y de una Júlia Nuez que está a punto de volver. La joven lateral catalana ya se ha vestido en los últimos dos choques ligueros para sentarse en el banquillo. Si todo va bien, podría tener minutos en los próximos encuentros. Un restablecimiento pleno de su fascitis plantar le permitirá ayudar al equipo miñoto en el tramo final del curso. Hay muchas esperanzas puestas en que así sea.

El conjunto de O Baixo Miño persigue su primera final en su segunda semifinal. En 2021, cedió ante Málaga en la misma instancia de idéntica competición. Las de Ana Seabra tratarán de que esta vez sea distinto. Para ello, viajaron por carretera en la madrugada del jueves al viernes para disponer así de dos días en Elche para recuperarse de la paliza del autobús, con dos entrenamientos mediante -el viernes en Elda y ayer en el escenario del choque-.

Será un partido marcado por las defensas -la del Elche es la tercera mejor de la Liga-, por lo que el acierto en ataque hará las diferencias. Se espera un gran ambiente en el Esperanza Lag para empujar a la escuadra que dirige Joaquín Rocamora. La cañonera Danila So Delgado, con una rotura del escafoides, es una baja importante. Sin embargo, el Elche cuenta con jugadoras de gran nivel para suplirla.

Pero la ilusión por hacer historia es el mejor aval. El equipo miñoto tratará de traer viva la eliminatoria para el duelo de vuelta en A Sangriña, el próximo sábado. En el horizonte, una posible final. El Antalya Konyaalti turco dio ayer su primer paso hacia ella. Derrotó al Iuventa Michalovce eslovaco (31-24) para encarrilar el pase. El Guardés buscará emularlo.