Gris despedida de Melgaço

El Celta empató ante el Beira Mar portugués en un partido bronco en el que le costó encontrar el camino del gol

El Celta cerró ayer su ronda de amistosos en Melgaço ante uno de los rivales más potentes de esta pretemporada, el Beira Mar, que milita en la máxima categoría del fútbol portugués.

Miguel Román

Publicado: 31 jul 2011 - 14:58 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:39

Quique de Lucas se deshace del marcaje de un rival durante el partido de ayer en Melgaço contra el Beira Mar.
Quique de Lucas se deshace del marcaje de un rival durante el partido de ayer en Melgaço contra el Beira Mar.

Paco Herrera pretende que el equipo comience a parecerse lo más posible al que comenzará la Liga en apenas 20 días y, por este motivo, limitó el número de cambios y, como ya había ocurrido el viernes, algunos jugadores disputaron el partido completo.

El Celta dominó en la primera parte, pero apenas dispuso de ocasiones. El pundonor de Roberto Lago, muy peligroso en ataque, la clase de Borja Oubiña y las buenas combinaciones en el centro del campo entre Álex López y Jota fue lo más reseñable de esta primera mitad. La oportunidad más clara, en cambio, fue para el Beiramar.

Sergio, el elegido por Paco Herrera para ocupar la portería, pudo lucirse en el minuto 26, al mostrar sus reflejos en un mano a mano con Artur. El meta celeste sacó una pierna salvadora para alejar el peligro. Tras este susto, el Celta se fue al ataque, pero no halló claridad. Una galopada de Roberto Lago y un peligroso pase de la muerte del lateral que no encontró rematador fue lo más destacado.

Tras el descanso, el panorama no cambió demasiado. El Celta parecía superior, pero lo costaba concretar su dominio. El partido se volvió bronco. Los jugadores del Beira Mar se empleaban con una dureza impropia de un encuentro amistoso y llegaron a desesperar a Iago Aspas. Los de Paco Herrera trataron de abstraerse de todo esto y De Lucas a punto estuvo de marcar en el primer tanto.

Se plantó solo ante el portero, pero se encontraba un tanto esquinado y envió el esférico al cuerpo del guardameta. Herrera comenzó a mover el banquillo buscando hombres de refresco. Con Joan Tomás y, sobre todo, un muy entonado Natxo Insa el conjunto celeste volvió a llegar con asiduidad al ataque, pero seguía faltando el gol. El cansancio fue haciendo mella poco a poco en los jugadores y el partido decayó en ritmo en los últimos minutos.

A falta de un cuarto de hora, entraron en el terreno de juego los dos futbolistas llamados a cargar con la responsabilidad goleadora esta temporada: Mario Bermejo y David Rodríguez. Ambos fabricaron en el 86 una de las ocasiones más claras. David, que había caído a la banda izquierda, envió un buen centro al corazón del área. Bermejo, que estaba completamente solo, envió el balón fuera.

El delantero cántabro volvió a ser protagonista instantes después al no aprovechar un gran pase de Joan Tomás. El catalán tuvo la última del partido, pero el guardameta del Beira Mar despejó de puños un disparo que buscaba la escuadra.

El Celta, por tanto, se despide de Melgaço con un partido gris en el que le costó demasiado encontrar el camino de la portería.

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