El Coruxo comienza a respirar

El Coruxo superó al Navalcarnero para encadenar cuatro victorias en Fragoselo

Publicado: 06 feb 2022 - 23:47 Actualizado: 07 feb 2022 - 09:35

Youssef, que actuó como delantero centro y anotó el segundo gol, trata de robar un balón a David Rodríguez.
Youssef, que actuó como delantero centro y anotó el segundo gol, trata de robar un balón a David Rodríguez.

El acervo popular suele aludir a las dos caras de la moneda o que fulano o mengano tiene dos caras. Siempre expresando algo negativo. Pero todo depende del prisma con el que se mire. El Coruxo de los hermanos Montes tuvo dos caras ayer y ambas fueron buenas. Varios picotazos incisivos y punzantes -dos de ellos acabaron en gol- contrastaron con fases de control a través de la pelota, en las que el conjunto verde flotaba. Una combinación perfecta para superar con claridad al Navalcarnero, tercer clasificado de la Liga, empequeñecido ayer por una escuadra viguesa infalible en Fragoselo, donde cuenta todos sus partidos por victorias desde la llegada de los hermanos Montes.

Porque la vuelta de los redondelanos al banquillo verde ha significado un impulso en cuanto a puntos. Pero también en cuanto a juego. La mejoría ha sido notable y en áreas como la fase defensiva o las transiciones, sobresaliente. Este Coruxo está enriquecido y maneja varios registros. Un equipo camaleónico, que diría el técnico vigués Diego Martínez. Y como el camaleón, el Coruxo cambió de color según la ocasión. El plan A fue el primero en ponerse en práctica. Por ambos equipos. El local manejaba la pelota y el visitante esperaba. Todos contentos. Seguramente por ello, el equilibrio era máximo. Un gol anulado a Fratelli por fuera de juego y algún escarceo de Chiqui y Youssef, los únicos deslices.

Pero tras flotar, era el momento de picar. El conjunto de los Montes apuntó con la posesión pero mató con la transición. Aitor golpeó mal con el pie y entregó la pelota a Garci, el madrileño aceleró, se tiró la pared con Youssef y soltó el látigo de su pierna derecha para estrellar el balón en el fondo de la red. Seco y violento. Poco más de diez minutos habían pasado.

El gol es como el azúcar. Hace que todo sepa mejor y encima no engorda. Bueno, sí. La confianza y la fe en lo que se hace. El Coruxo siguió manejando la pelota, aunque ahora en otro escenario. El Navalcarnero subió la línea de presión y pasó a apretar alto. Y muy bien. Dani Vidal, que se estrenaba como titular en lugar del lesionado Gandoy, seguía insistiendo en la construcción desde atrás, bien acompañado por De Vicente y Mateo, de vuelta tras sus sanciones. Y más allá de alguna pérdida y algún aviso visitante, bien desbaratado por Alberto Domínguez, la receta funcionaba.

Con todo, en el fútbol actual es difícil marcar la diferencia en posicional. La mayoría de los goles llegan a balón parado o en transición. No es distinto para el Coruxo, que tuvo el segundo en las botas de Mateo tras una recuperación de Youssef, muy activo en la punta de ataque.

Así entró el partido a su segunda parte. En el aire, una mezcla de sensaciones. Porque la escuadra verde había dejado gran impresión pero el Navalcarnero, que no es tercero por casualidad, olía a peligro cada vez que robaba y salía. Era imperativo hacer un segundo gol que sirviera de tranquimazin. Y llegó sin necesidad de pasar por la consulta del psicólogo. Un saque de esquina muy corto del cuadro madrileño lo recogió Chiqui, que condujo durante 60 metros y cedió a Aitor Aspas para que Youssef metiera a la jaula la pelota. Córner mal sacado, gol asegurado.

El Coruxo había vuelto a picar. De nuevo tocaba flotar. Ese segundo tanto tumbó por los suelos las esperanzas del Navalcarnero. El conjunto madrileño seguía presionando, seguía insistiendo y seguía probando. Pero con un punto menos de fe, que se traducían en varios de intensidad. Los Montes movieron el banquillo y con Álex Ares y Jacobo Trigo fortificaron el centro del campo para soltar arriba a Silva y a Borja Domingo. Sólidos con y sin balón. Y profundos para buscar un tercer tanto que nunca llegó, pese a que el delantero tomiñés tuvo un remate franco a pase de De Vicente, bien desbaratado por Aitor, plenamente recuperado tras golpearse la cabeza contra la barandilla en el segundo gol. Fue el último intento de la cuarta victoria consecutiva en Fragoselo del Coruxo de las dos caras de los Montes, ambas igualmente buenas, tanto para flotar como una mariposa como para picar como una abeja.

Coruxo:

Alberto Domínguez; Johan, Lucas Puime, Crespo, Aitor Aspas; Vidal, De Vicente; Garci (Borja Domingo, min. 85), Mateo (Álex Ares, min. 67), Chiqui (Silva, min. 67); y Youssef (Trigo, min. 74).

Navalcarnero:

Aitor; Loren (Aitor Núñez, min. 5), Uña, Fratelli (Ontiveros, min. 71), Miki, Dani Hernández; Sergio Navarro (Simón, min. 78), Busi, David Rodríguez, Raúl Beneit; y Mendes.

Goles:

1-0, min. 19: Garci; 2-0, min. 54: Youssef.

Árbitro:

González Rodríguez (C.T. Tenerife). Amonestó con tarjeta amarilla a Lucas y Garci por el bando local y a Fratelli, Ontiveros por parte del Navalcarnero.

Incidencias:

Partido disputado en el campo de Fragoselo ante 150 espectadores.

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