La felicidad es un título de Galicia entre amigas

Un abrazo largo, sostenido, intenso y una explosión de felicidad. Así se viven las victorias conjuntas, casi en cualquier deporte, pero son un poco más profundas cuando las que se abrazan son amigas, mucho más que simples compañeras de club. Así es la realidad del Lasislascíes.com, que bajo ese nombre se esconde un grupo de amigas del pádel que esta temporada consiguieron, por primera vez en su historia, la Liga Gallega tras varios intentos y una década en la competición. Y, claro, obtener un logro de tal calibre conlleva una explosión de alegría de todas las integrantes del equipo, hasta 25 jugadoras desde los 18 a los más de 50. Y se celebró fuerte, con gritos, con cánticos y con muchos abrazos sobre la pista tras la final.

No resultó nada sencillo y hubo que tirar de inteligencia táctica ante el Arriaza, que defendía el título en una final que se repetía de la edición del 2024. “Estuve hablando con el patrocinador a la hora de comer y le dije que no hacía falta que nos invitara, que no íbamos a ganar porque no lo hicimos el año pasado que estaba más sencillo y este era más complicado”, admite Ana Isabel Tornero (35 años). La fase final se juega en concentración con la semifinal matinal y la pelea por el título en sesión vespertina. Para su felicidad, estaba muy equivocada.

Como capitana, Lorena Curiel (52 años) es la encargada de diseñar las parejas y sabía que ahí estaba un aspecto clave. “A mí me tocó con Vanesa Alonso, que es la actual campeona gallega, pero no estaba mal porque las tres parejas más fuertes que habíamos hecho libraban a Vane. El otro dúo bueno que tenían se cruzó con otra nuestra que no era de las más potentes y había opciones en el resto de encuentros, que eran tres. Como la final es al mejor de cinco, había alguna opción”, explica la jugadora. Por lo tanto, parecía abrirse esa puerta a la esperanza y “al terminar mi partido, me dijeron que, en los tres que quedaban, íbamos con un set de ventaja. Ahí me empecé a creer que podía ser. Ganamos dos bien y quedaba el último, que se complicó un poco. Lo que pasa es que el tercer set lo jugaron increíble y nuestra joven, Martina, se echó el equipo a la espalda y ganaron”.

“Yo estuve en la grada porque el pádel no se me da muy bien, pero la vida social, genial; entonces, lo bordo” — Montse Santos

La pequeña, la juvenil, es Martina Gagliardi que a sus 18 vio cómo gran parte de la responsabilidad de la suerte del equipo recaía sobre sus brazos, su cuerpo y su mente. A su lado, dentro de la pista, se encontraba Arantxa Vello, otra de las referencias del conjunto olívico. No muy lejos, el resto de compañeras. “El partido duró dos horas y pico. Estaba todo el mundo viendo el partido. Los de nuestro equipo, las rivales y el público que vino a ver los partidos. Se notaba bastante la presión. Ya tuve otros encuentros así, pero siempre se nota”, relata la joven. Era un enfrentamiento en el que tenía que salir todo bien y por aquel entonces marchaba igualado tras un 0-6 favorable y un 6-2 en contra. “Estábamos en el tercer set y no sabía en dónde meterme. El objetivo era estar tranquila, confiar, y al final salió bien”, cuenta Gagliardi con calma y con un punto de satisfacción: “Pudimos ganar y estoy orgullosa porque el rival llevaba unos cuantos años haciéndolo. Le quitamos el trofeo”. Así, llegó el momento de la tormenta de felicidad colectiva: “Al terminar, vinieron todas a la pista, hicimos un coro, gritamos… La verdad es que lo pasamos todas muy bien”, concluye la menor del grupo con sus 18 años.

"Dejé de lado el balonmano y me centré en el pádel; eso sí, invertí dinero en clases" — Ana Isabel Tornero

Como otras muchas, Martina tiene su pequeña historia deportiva y de vida. Dentro del Lasislascíes.com es la pequeña talentosa y admite “encontrarme muy bien. Me miman entre todas y es como si fueran mis madres”. Pese a su baja edad, forma parte de una de esas deportistas que llegan desde el tenis. “Lo practicaba en serie, con muchos entrenamientos. Después, por mi padre, me pasé al pádel y lo trabajo bastante”, relata.

La menor del grupo llegó a la formación hace tres años, pero otras llevan una década en la formación. Es el caso de Andrea González, de 49 años, que colaboró en el título a lo largo de las jornadas ligueras, pero en la final tuvo que quedarse en la grada. “Vengo de una lesión de rodilla y no estoy al nivel", admite. Eso llevó tener una carga de nerviosismo extra al no poder sacudirlo en la pista. Apoyó desde la grada, ya que “llevo en el equipo desde que comenzó. En el pádel un poco antes, unos quince o dieciséis años. Jugaba al tenis y me pasé a este deporte”, relata poco a poco.

"Cuando terminé íbamos con un set arriba en tres encuentros, ahí vi que podíamos hacerlo" — Lorena Curiel

Con la experiencia, la jugadora conoce los aspectos esenciales de su deporte. “Somos un equipo disperso, pero también muy competitivo. Tenemos a una capitana que tiene ayuda para la estrategia, en la que somos buenísimas, y después contamos con jugadoras de gran nivel, que tienen capacidad para ganar", relata en el aspecto deportivo. En lo que va más allá del juego, “me aporta mucho a nivel social. Antes jugaba al tenis, pero este deporte me da mucha vida. Conoces a gente divertida, es muy interesante. El ambiente en el equipo es muy bueno y creo que es lo mejor, hasta mejor que jugar”, replica. El equipo también tiene gran parte de importancia en ese aspecto.

Precisamente, en lo de vivir y disfrutar, puede ser que el equipo ganador de la Liga Galega femenina tenga como líder a Montse Santos y sus 49 años, que, antes de la entrevista, amenaza con “cantar” o “imitar a Lina Morgan”. Una vez comienza el particular interrogatorio desenfadado ya cuenta con claridad que “llevó en el equipo diez años, desde que comenzó, y en el pádel un poco más. Nada, lo típico, hicieron un club al lado de mi casa, no tienes nada mejor que hacer y empecé a ir a clases". Así, como alguien que va a recoger el pan, en su caso, fue una pala en la mano.

"El ambiente en el equipo es muy bueno, creo que es lo mejor de todo, hasta mejor que jugar" — Andrea González

Acudió a territorio lucense, pese a admitir que “lo vi desde fuera porque no jugué, pero todo fue muy emotivo. Todo salió redondo, a mí siempre me sale todo genial en la vida y, en este caso, en el pádel también. Arrasamos”. Se muestra feliz y asume su papel dentro de las veinticinco jugadoras del equipo ganador de la Liga Gallega. “Y el pádel no se me da muy bien, pero la vida social, me va genial. Entonces, lo bordo. Por eso estoy en este equipo, es la historia auténtica de mi paso por el pádel. Nosotras, aparte de competir, somos amigas y hacemos mucha vida social, nos apoyamos y hacemos compañía”, termina Montse Santos. Aunque pudiera parecer que cada golpe lo envía a la red o fuera de la pista, no es así, juega bien aunque no sea la mejor del equipo y no falta una broma cada vez que se puede hacer. Un auténtico pegamento vital y deportivo.

Cada mujer con su historia, apoyándose en el colectivo. Y una dilatada trayectoria en el deporte tiene Ana Isabel Tornero a sus 35 años: “No soy de aquí, me vine para Vigo cuando me fichó el equipo de A Guarda para jugar balonmano”, aclara la de Ciudad Real. Eso sucedió hace una década. Después, llegaron las lesiones, pasar a una categoría inferior y “llevo jugando desde 2017 y en el equipo cinco años. Cuando empecé con el pádel y vi que no podía con todo, dejé más de lado el balonmano y me centré en esto. Si haces deporte es porque eres una persona coordinada y se me dio bien. Eso sí, invertí bastante dinero en clases”. Ahora es una de las jugadoras de referencia para el conjunto campeón de liga y también hace otros deportes como bicicleta o carrera. No para, aunque las mayores alegrías le llegan con el colectivo de las palas. Sobre el título, describe que “entramos relajadas y creo que ellas lo hicieron algo confiadas. Tenemos una capitana que hace muy bien las parejas y todo salió a la perfección”, resume.

"Al terminar, vinieron todas, hicimos un coro, gritamos… Lo pasamos todas muy bien" — Martina Gagliardi

Lorena Curiel disfruta de lo conseguido. También es de las pioneras y ahora coordina el grupo. Algo que no es sencillo porque “somos muchas y existen compromisos y trabajos. Tienen que poner la disponibilidad y hacemos las parejas para cada partido”, resume sobre esa tarea de conjuntar todo.

En su caso, descubrir el pádel llegó casi al mismo tiempo que el tenis, pero después se impuso la raqueta. Todo ello con un origen familiar. “Siempre jugué a tenis y comencé en el pádel de casualidad. Unos amigos de mis padres, de Madrid, venían aquí a veranear. Tenían una pista en su casa y le decían a mi madre: “Mándame a la niña para jugar”. Y es que ellos eran tres. Así me inicié”, describe. Con el paso de los años, “ya empezaron a hacerse pistas en Vigo y, poco a poco, me cambié del tenis al pádel, como otras muchas jugadoras”. Costó llegar al título, pero lo alcanzó el Lasislascíes.com. Lo celebró el grupo en tierras lucenses, llevaron el trofeo al Win Pádel Vigo, su lugar habitual de entrenamientos y “todavía nos queda pendiente una celebración grande, una comida”, admite Lorena Curiel.