La factura esperó a los penaltis.

'Nosotros compartimos muchos servicios y más en la actualidad, en los tiempos en los que estamos. Tenemos actividades sociales y culturales conjuntas y esta es una más', explicó el regidor de la localidad española con la música de fondo y en el descanso del partido. Aunque la palabra que más repite el mandatario es 'Eurorregión'. También tiene clara la idea de 'ciudades unidas'.

Y es que estamos en tiempos difíciles, tanto para españoles como para portugueses. Quizá por le necesidad ambos alcaldes dieron una imagen de unidad y fraternidad. 'Hermandad' comentó una y otra vez el luso Jorge Salgueiro y añadió que 'siempre estoy muy cómodo con mi compañero de Tui. Nos llevamos bien y llevamos el partido con deportividad'.

El español con la camiseta de España y la cara pintada, mientras que el portugués con la bufanda de su país. Durante todo el primer acto, compartieron emociones en dos sillas sobre el Paseo de Corredoira.

Después llegó el traslado al Restaurante Quinta do Amorinho. Cambiaron el calor popular de la calle por la mesa y el mantel. Tocaba la cena y el empate final demoró la felicidad de uno, la resignación de otro y también el que tenía que pasar por caja. Un larguero y un palo. El portugués se salió y el español entró. La factura y la sonrrisa se vino al Norte del Miño.n