Un nervio en el banquillo para equipos de guerrilla

Teixeira protestando en la banda. Teixeira hablando con el árbitro. Teixeira gesticulando. Teixeira de una lado a otro del banquillo. Un ciclón para sus jugadores, los contrarios y, en ocasiones, para el graderío. El recuerdo de un profesional notable. “Era un entrenador muy exigente, como todos lo conocemos. Muy visceral y, con estas armas, conseguía sacar el máximo rendimiento de sus jugadores. Con equipos que, probablemente, no tenían grandes figuras ni individualidades, funcionaban como un bloque y conseguían sus objetivos”, explica Iván Infestas, un jugador que lo acompañó durante cinco campañas. Tres en el Chapela y dos en el Octavio.

El exjugador expresa que “era intenso en los partidos, pero también en los entrenamientos. Vivía al máximo y te apretaba. Te pedía un 110%, que era necesario para ganar en los partidos, y también lo hacía en los entrenamientos”, rememora el jugador. Y, a partir de aquí, vienen las anécdotas. Decenas de ellas, protestando a los árbitros. “Algunas veces hasta creo que lo hacía para despertar un poco a la grada y meter presión. Pero, sin embargo, muchos le tenían cariño”, relata Infestas.

Y, en el plano táctico, recuerda una campaña con el Chapela que “éramos un equipo de guerrilleros que logramos mantenernos en la Asobal. En un partido en Málaga ganamos con un gol en los últimos segundos y después tuvimos que esperar tres horas en el pabellón para salir y lo hicimos escoltados. Tengo la imagen de Fran sentado en el vestuario y agarrando la cabeza. Casi no se lo creía”, expresa su jugador.

En esta línea también se sitúa el presidente de la Federación Galega de Balonmán, Bruno López, al indicar que “era una persona como entrenador y, fuera de la pista, parecía su antítesis. Dentro tenía mucho carácter y, en la cercanía, era dócil y amable. Es increíble que una persona se transforme tanto”, expresó.

Con su carácter y también con su amabilidad durante años, Teixeira se ganó el cariño de gran parte del balonmano de Galicia y ayer fueron decenas las condolencias expresadas por su fallecimiento. Entre ellas estuvieron la del presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez; la presidente de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, en un comunicado oficial; y los textos de su club, el Chapela, Atlético Guardés, Novás, Balonmán Cangas, Reconquista de Vigo, Celta de fútbol, Coruxo o el Rías Baixas, de ciclismo. También fueron muchos los deportistas, tanto del balonmano, como de otras disciplinas, que se despidieron de Fran Teixeira. Un mito de los banquillos y una persona querida Vigo y el área metropolitana.