Entrenamientos diarios a golpe de tren por Eje Atlántico

Aquella mítica frase futbolera de "ganamos sin bajar del autobús" es reestructurada a diario por Jorge Cuesta, entrenador vigués del Bergantiños, Pablo Crespo, jugador cántabro del Compostela, residente en Vigo hace muchos años, y David Añón, futbolista larachés del Coruxo, que vive en A Coruña. Los tres, al igual que tantos y tantos trabajadores, emplean la línea ferroviaria del Eje Atlántico para desplazarse a sus trabajos y, como ellos, andan con las orejas tiesas para saber qué va a pasar en 2025, cuando todo hace indicar que el bono gratuito impulsado por el Gobierno va a concluir.

“Como todo en la vida, hay que ser razonables. Nosotros no podemos pretender que nos los regalen, pero tampoco pasar de repente de 0 a 600”, enfatiza Cuesta. Efectivamente, de regresar a lo que había antes y teniendo en cuenta que el precio aproximado de un billete de ida y vuelta entre Vigo y A Coruña es de 30 euros, el coste mensual rondaría los 600. Inviable. “Hay que buscar una solución para seguir promoviendo un medio de transporte seguro, que evita muchos accidentes, que no contamina y que es muy cómodo. Entre todos tenemos que ayudar para que esto siga funcionando porque merece la pena”, añade el técnico vigués.

En la misma línea van los futbolistas del Compostela y del Coruxo. “Entendo que para traballadores e estudiantes haberá algún tipo de desconto se queren seguir a fomentar o uso do tren. Agardo que saquen algunha oferta ou bono para poder amarrarnos a ela”, desea Añón. Crespo, que fue compañero suyo en O Vao, asiente. “Es que en coche es imposible con el precio del gasoil y el de los peajes de la autopista, que encima los van a subir”, destaca. “É unha animalada”, añade el coruxista.

Como es lógico, el aspecto económico es fundamental para ellos, igual que para la inmensa mayoría de los usuarios recurrentes. De ahí, nacen los demás. Algunos, imprescindibles. “Lo principal para mí es la conciliación familiar. Estos bonos hacen viable vivir en tu entorno, con tu pareja, tu familia y tus amigos. Eso me parece la hostia”, enfatiza Cuesta, que directamente reconoce que el abono jugó un papel clave en su fichaje por el Bergantiños. El año pasado, cuando dirigía a la Sarriana, solía ir y venir casi todos los días en coche. “La gente me decía que estaba loco y para mí es todo lo contrario. Estar en casa me hace estar bien de la cabeza”, proclama. Él lo sabe bien porque vivió dos años en China.

Esa facilidad para hacer vida en tu ciudad también la reivindican los futbolistas, que han normalizado totalmente la situación. “É unha marabilla”, destaca Añón. “Puedes aprovechar para estudiar, trabajar, leer o descansar. Son cosas que en el coche no puedes hacer aunque vayas de copiloto”, comenta Crespo, que incide una y otra vez en la palabra “comodidad” en todas sus reflexiones.

“No lo cambio por nada”, afirma tajante el técnico vigués, al que su cuerpo técnico recoge en la estación herculina para desplazarse a Carballo por carretera para entrenar. “Hasta hace dos años y medio, había cogido el tren en contadas ocasiones y, a raíz de esto, ves que es una opción que te facilita las cosas. Aun fui a Madrid hace poco, algo que antes ni siquiera me habría planteado”, confiesa Crespo.

“Valórase moi pouco, cando é un medio súper cómodo e barato. Mesmo para as viaxes dos equipos”, sugiere Añón, que tiene estudios en transporte y logística internacional. Algo sabe del tema. “A miña muller é de Nova York e ela ten moi normalizado botar unha hora no tren. Pero cando lle digo á xente que traballo en Vigo, queda impactada. É a cultura que temos, pero as cousas van mudando”, añade.

En ese sentido, las ramificaciones se amplían. La seguridad, por ejemplo, es una de ellas. “Evitas muchos coches en la carretera, con el riesgo que implica”, comenta Crespo. Ese mismo escenario traslada a la siguiente variable: el tren es un transporte limpio y sostenible. “Non hai mellor maneira de non contaminar que esta”, puntualiza Añón.

Como es lógico, la perfección no existe. Todos aluden a los mismos aspectos a mejorar: los retrasos, la falta de respuesta a la enorme demanda y la necesidad de adquirir billetes con mucha antelación por el mismo motivo. “Se houbera máis vagóns, máis xente viría”, indica el jugador del Coruxo.

En todo caso y suceda lo que suceda, el trío del Eje Atlántico no quiere bajarse del ferrocarril. “En función de lo que pongan, haremos números y veremos”, apunta Cuesta. Como él, los dos jugadores esperan soluciones razonables para dar continuidad a algo que se ha convertido en soporte troncal a nivel socioeconómico en Galicia. “Eu non digo gratis, pero tampouco volver ó de antes”, concluye Añón. “Al menos, una ayuda para trabajadores y estudiantes”, redondea Crespo. Porque todos ganamos el partido si no bajamos del tren.

“Os venres semellan ‘walking dead’ cos que veñen da festa”

Usar diariamente el tren durante tanto tiempo deja alguna que otra anécdota pero, sobre todo, la sensación de pertenencia a un colectivo. “En los vagones ya nos vamos conociendo de vista”, reconoce Crespo, que va y viene a Santiago todas las tardes. “Siempre veo las mismas caras”, comenta Cuesta, que va a Coruña a las 8:00 y regresa a las 14:00. Un horario muy similar, pero a la inversa, es el que tiene David Añón, que hace el mismo trayecto pero a la inversa para entrenar con el Coruxo. “Mesmo os revisores xa están pendentes de que suba. É unha pasada”, destaca el futbolista de A Laracha, que especifica muy gráficamente el tipo de pasaje que le acompaña diariamente. “Ata Santiago, a maioría son funcionarios. Ó chegar a Compostela deben berrar ‘jumanji’ porque baixan todos en avalancha e queda o vagón baleiro”, explica.

Caso especial es el de los viernes. Los tres coinciden en la necesidad de reservar las plazas con “un mes o más” de margen ante la altísima demanda de ese día. “Va lleno de universitarios que vuelven a casa y no es la primera vez que me toca ir en coche”, explica Cuesta. Pero los chicos no solo regresan de estudiar. Y Añón lo ha comprobado más de una vez en el convoy de las 8:00. “Os venres, aquilo semella 'walking dead”, expresa con meridiana claridad. “Veñen moitos rapaces directos de festa e traen unhas cariñas”, bromea el futbolista del Coruxo, con su retranca habitual. En tantos viajes, hay historias ferroviarias como para escribir un libro.

Los números

5.3 millones

Es el número de viajes que se produjeron durante todo 2023 en los trenes del Eje Atlántico que unen Vigo con A Coruña. Se espera una cifra todavía mayor en 2024.

40%

Es el porcentaje de crecimiento de viajes que ha experimentado esta línea troncal en Galicia de 2022 a 2023 y que demuestra la descomunal demanda que tiene el tren.

80.000

Es la cifra de abonos demandados por cuatrimestre. El Gobierno lanzó esta medida en septiembre de 2022 para aliviar el impacto de la inflación derivada de la guerra de Ucrania. Permiten cubrir un trayecto concreto de forma indefinida a cambio de una fianza de 20 euros, que se devuelve si se superan los 16 viajes.

1 de enero de 2025

Es el día que decae el abono ferroviario gratuito tal como está planteado desde hace dos años. El Gobierno estudia alternativas como bonificaciones a estudiantes, trabajadores y pensionistas o lanzar un billete único al estilo del que existe en países como Austria o Alemania.

El deporte

Además de Añón, Álvaro Naveira -desde Pontevedra- y Álex Pérez -desde A Coruña- acostumbran a usar el tren para ir a entrenar con el Coruxo. Mismo caso que Iago Domínguez y dos miembros del cuerpo técnico del Compos, que viajan junto a Crespo cada día a Santiago. Por su parte, David de la Iglesia, del Celta Fortuna, también usó el bono el año pasado y venía diariamente desde A Coruña. Actualmente, decenas de deportistas de distintas disciplinas hacen uso del tren para desplazarse a entrenamientos y competiciones.