El Coruxo obtiene una cosecha escasa ante el Zamora

Segunda Federación

El conjunto verde rozó una victoria clave en el campo de O Vao ante el zamorano, pero acabó cediendo dos puntos tras sufrir un penalti en contra a falta de cinco minutos

Publicado: 10 abr 2023 - 02:17 Actualizado: 10 abr 2023 - 12:50

Andriu, que comenzó el partido jugando en el centro del campo y lo terminó pasando al centro de la defensa, encima al excoruxista Álex Ares.
Andriu, que comenzó el partido jugando en el centro del campo y lo terminó pasando al centro de la defensa, encima al excoruxista Álex Ares.

Fue un empate con forma, olor y color de oportunidad perdida. Y no una oportunidad llegada de rebote, sino trabajada y perseguida. El Coruxo sólo pudo empatar ayer en el campo de O Vao ante el Zamora y, aunque sigue teniendo una leve renta de dos puntos sobre la plaza de promoción de descenso, se fue a casa con rabia, pues un penalti en contra a falta de cinco minutos impidió su victoria. Un triunfo que sería no demasiado brillante, tal vez, pero sí merecido.

El Coruxo debe sobrevivir desde la consistencia. Sin renunciar a la calidad, pero poniendo por delante la seguridad. Y como las opciones no son demasiadas, al tándem ténico formado por Javier Maté y Jorge Otero le toca explorar las posibles con esa tendencia a no descubrirse pero intentando potenciar la escasa llegada del equipo. La respuesta, trabajada esta semana y en algunos minutos sueltos en las últimas jornadas, fue adelantar a Andriu al centro del campo. Para ello, Antón de Vicente pasó al lateral derecho, huérfano del lesionado Johan -menos potencia y verticalidad, más precisión-, y Antonini ejerció de central.

Quizás Andriu es el mejor ejemplo de esa ambivalencia buscada. Un jugador de retaguardia acostumbrado a fajarse en el uno a uno pero que tiene clarividencia en el área rival gracias a su poderío aéreo. Y como no es cojo en la salida de balón, pues es una posibilidad para hacer de centrocampista llegador. De paso, te sirve como referencia ofensiva en los balones largos desde el área propia y es capaz de ser una amenaza en el área rival.

Se esperaba a un Zamora enamorado del balón desde la pizarra de Iago Iglesias. No le importo al Coruxo cedérselo en posiciones alejadas de Alberto, aunque primero dio muestra de brío ofensivo, intentando encontrar la verticalidad de Chiqui por la izquierda -en la derecha, Añón ejercía más de centrocampista que de extremo- y la movilidad de Pitu entre líneas. Arriba quedaba Luismi, capaz de algún giro con intención pero sin piernas para convertirlos en peligro desde lejos. Todo acompañado, siempre que fuese posible, por una presión alta que dificultase el juego combinativo del rival.

En esta tesitura de encuentro, las mejores pseudo oportunidades, que no oportunidades llegaron por alto en las dos áreas. En la visitante, con las aparaciones de Andriu; en la local, con los saques de esquina cerrados sacados por Manu Viana. Todo un aviso de que, como casi siempre, las acciones a balón parado iban a ser agumento de peso, con faltas casi desde cualquier altura del campo rival colgadas en busca de un remate en medio del barullo. Sin florituras, con convencimiento.

La segunda parte se movió por los mismos derroteros hasta que el fútbol se cansó de esperar. Y el partido se abrió a partir de que Gandoy enganchó de zurda un disparo desde el borde del área que atajó Troya. Algo se movió en ese momento y las ocasiones que antes eran meros amagos empezaron a tomar veradero cuerpo. Pudieron marcar Carlos López y Álex Ares por los visitantes; lo pudo hacer Youssef, recién entrado, por los locales.Y lo hizo, finalmente, otro recurso desde el banquillo del Coruxo, Erik Bugarín. Chiqui, con la ayuda de Aspas, era el catalizador del juego ofensivo vigués por su banda. Por allí se inició la jugada y la cabalgada hacia dentro acabó encontrando a Bugarín en el otro lado del juego. Éste la golpeó despacio, raseada, y el balón entró pegado al palo.

La segunda mitad estaba mediada y quedaba mucho que aguantar. Pero el Coruxo, ya con Andriu de central y Focareta en el centro, no sufría en exceso. Incluso Chiqui pudo aumentar la cuenta local.

Pero un penalti, un tanto absurdo o un tanto polémico, en la esquina del área viguesa le valió al Zamora para empatar. Dani Hernández no falló en el minuto 85 y los arreones finales del Coruxo no evitaron la pérdida de dos puntos. Sobre todo teniendo en cuenta que ninguno de sus cuatro perseguidores ganó en esta jornada.

Coruxo:

Alberto; Antón de Vicente, Lucas, Antonini (Focareta, m.65), Aitor Aspas; Andriu, Gandoy (Guido, m.85); Añón (Bugarín, m.65), Pitu, Chiqui (Marcos, m.85); Luismi (Youssef, m.59).

Zamora:

David Troya; Silva, Prada, David Amez, Vallejo (Miguélez, m.74), Juanan, Carlos López (Ander, m.79), Theo Cendri (Dani Hernández, m.64), Manuel Viana (Luis Rivas, m.74), Álex Ares (Sancho, m.64), Luismi.

Goles:

1-0, m.68: Erik Bugarín; 1-1, m.86: Dani Hernández, de penalti.

Árbitro:

Alberto Aranda. Amonestó con una cartulina amarilla a los jugadores locales Andriu y Chiqui y al visitante Juanan.

Incidencias:

Partido de la jornada número 29 del grupo I de Segunda Federación disputado en el Campo de O Vao.

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