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El directivo con discapacidad del Coruxo que recibió una patada en su silla de ruedas por parte del entrenador del Real Ávila, Marc García Puig, se recuperaba ayer en su domicilio. A nivel físico, sufre una fisura en una costilla y un fuerte golpe en una rodilla debido a la caída que se produjo tras el golpe. A nivel psicológico, padeció un ataque de ansiedad. De todo ello fue tratado en el hospital Álvaro Cunqueiro el domingo, después del incidente acaecido en la sala de prensa tras el encuentro entre ambos clubes. Al entrenador visitante le molestaron las preguntas del encargado de las labores de comunicación en la entidad viguesa, y al terminar la rueda ambos se enzarzaron en un intercambio de improperios que acabó con la mentada patada a la silla de ruedas.
Según pudo saber este periódico, el directivo se encontraba ayer notablemente abatido por lo sucedido. En shock. Por eso, aún debe determinar el camino a seguir. No obstante, sí que estudia interponer una denuncia por agresión al entrenador del Real Ávila, que según se escucha en el vídeo de la rueda de prensa, publicado por la TVG, reconocía haber golpeado la silla de ruedas y acusaba al miembro del Coruxo de tirarse al suelo.
El suceso vino derivado de una rueda de prensa muy tensa, con preguntas que molestaron a Marc García, que utilizó respuestas tan poco edificantes cuando se refieren a una persona con discapacidad física como “seguro que habrás jugado al fútbol, pero no has entrenado en tu vida”. Todo esto, después de tener varios encontronazos en la grada, desde donde vio el partido y dio indicaciones tácticas pese a estar sancionado.
En cuanto al Coruxo, el club emitió a medianoche del domingo un comunicado en el que trasladaba todo el “apoyo y afecto” a su directivo y desvelaba que “las autoridades competentes están desarrollando la investigación correspondiente”. También condena “de manera enérgica la presunta agresión física” y proclama que “la violencia no tiene cabida ni en nuestra institución ni en el deporte”.
Del mismo modo, el Ávila emitió el domingo otro comunicado en el que negaba todos los hechos y amenazaba con una denuncia por injurias. Sin embargo, el reconocimiento de su entrenador de haber pateado la silla de ruedas contradice, al menos, una parte del texto.
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